Los seguros surgieron con los egipcios al asegurar sus momias
Hablemos del Antiguo Egipto...
Cuando hablamos de la historia de los seguros, es inevitable hacer una parada en el Antiguo Egipto. Y es que parece que, en la época de los faraones, los habitantes de los pueblos egipcios se unían en mutualidades con el objetivo de hacer frente a los gastos de sepelio y consuelo de la familia en caso de fallecimiento de una persona.
Se trataba de una agrupación destinada a cubrir el coste de los rituales que se llevaban a cabo al morir una persona, con el pequeño esfuerzo de cada miembro. La sociedad egipcia de la época tenía una mentalidad muy fuerte de culto a la muerte y asegurar que tuvieran un entierro digno era una prioridad para los habitantes de aquella época.
Así, los ritos fúnebres que se celebraban cuando una persona moría quedaban pagados por la recaudación de la colectividad, evitando que su familia tuviera que hacer frente a un importante gasto o que no pudieran celebrarse por falta de dinero y su destino tras la muerte quedase en entredicho.
Este pago sistemático de una cantidad de dinero para obtener una prestación cuando se produjera la muerte es el equivalente de hoy al seguro de deceso y algo parecido al seguro de vida que conocemos. Por tanto, es una práctica que comenzó hace más de cuatro mil años, pero que se ha extendido desde entonces y ha evolucionado hasta convertirse en un producto importante de seguros.
La llegada del seguro de decesos a España no tiene una referencia histórica clara. Se habla de que fue en Galicia donde los pescadores se organizaban de forma similar a los egipcios, pagando pequeñas cantidades de dinero procedentes de los ingresos de la pesca para poder hacer frente a los gastos de sepelio, cuando un compañero fallecía en el mar.
Otras fuentes indican que el seguro de deceso en España empezó como una contraprestación pagada por algunas personas a los carpinteros que fabricaban los ataúdes, para cuando llegara la hora. Además, estas personas, según esta teoría, se encargaban de los gastos de sepelio.
En otros países de Europa, el seguro de decesos está asociado, cada vez más, al seguro de vida, al ser dos productos complementarios que encajan mejor de esta manera con la cultura de otros países del Viejo Continente.