Lecciones financieras de "El maravilloso Mago de Oz"
El maravilloso Mago de Oz es una obra literaria múltiples veces adaptada al cine, el teatro o la televisión. Entre otras cosas, pretende aportarnos algunas enseñanzas valiosas para nuestra vida que se pueden aplicar perfectamente a nuestras decisiones financieras. Veamos algunas de las más importantes.
Hay que emplear la cabeza
Uno de los personajes de El maravilloso Mago de Oz es un espantapájaros. La aspiración que le lleva hasta Oz es que quiere tener un cerebro con el que pensar. En nuestras decisiones financieras la reflexión es imprescindible. Debemos analizar y comprender aspectos como, por ejemplo:
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Las posibilidades que tenemos.
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Los riesgos que corremos.
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Los objetivos que perseguimos.
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Los planes que trazaremos para conseguir lo que queremos.
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Los resultados que vamos obteniendo.
Nunca nos olvidemos de nuestras emociones
Otro de los protagonistas es un hombre de hojalata que no tiene corazón. Está inmóvil y se ha convertido en un ser insensible. Quiere ir a Oz en busca del corazón que le falta.
Las emociones también son un elemento importante en nuestras finanzas. Hay que prestar atención a los datos, pero detrás de cada uno hay unas repercusiones sobre personas concretas. Normalmente, nosotros estaremos entre ellas. Valorar si los sacrificios merecen la pena requiere, inevitablemente, recurrir a aspectos subjetivos.
Debemos vencer al miedo que surge del desconocimiento
También los acompaña en el viaje un león cobarde que tiene miedo de todo. Su meta sería conseguir el valor que le falta.
En las finanzas personales debemos distinguir entre el miedo razonable a los riesgos que estamos dispuestos a asumir y el generado por el desconocimiento. Mejorar progresivamente nuestra formación en este campo nos ayuda a tomar decisiones más acertadas que no estén guiadas por el mero temor.
No nos debemos guiar solamente por las apariencias
A lo largo y al final del viaje, Dorothy (la protagonista) y sus compañeros van observando que no todo es como ellos pensaban.
Las finanzas nos remiten a decisiones sobre aspectos que tienen que ver con un futuro que, en buena medida, es desconocido. Es importante tener buena información para poder hacernos una idea de cómo pueden ser los acontecimientos, pero también entrenar la capacidad de cuestionamiento. Puede que los datos no sean completos, haya incorrecciones, se hayan valorado mal, estén mal expresados, existan falsedades, etc. Hay que aprender a valorar la fiabilidad de lo que se nos dice.