¿Cuándo es el momento para abrir una cuenta bancaria para mi hijo?
Los años pasan volando, y cuando queremos darnos cuenta los niños se han hecho mayores y es momento de entrar a la universidad, irse a vivir a otro país una temporada, comprar un coche, etc. Bien es sabido que cuanto más crecen, los niños generan más gastos, por lo que conviene empezar a ahorrar para ellos, y sobre todo con ellos, cuanto antes.
Aunque el ahorro sigue siendo nuestra asignatura pendiente en España, es cierto que a la mayoría de niños se les suele abrir una cuenta corriente en el banco desde pequeños para ir guardando ahí dinero para su futuro o el que los familiares les vayan dando. Pero, ¿Cuál es la edad idónea para abrir la cuenta? ¿Nada más nacer? ¿Pasados los primeros años? ¿O cuando ya son adolescentes? Vamos a intentar dar con la clave.
El momento lo eliges tú
Sentimos decir que no hay una edad indicada como la mejor para abrirle una cuenta a un niño. Eso va en función de la economía doméstica, de lo filosofía de cada familia y, sobre todo, de los planes que se quieran a hacer a futuro. Muchos padres la abren cuando los niños son recién nacidos y otros esperan a que pasen la educación primaria. Y no hay una fórmula matemática que diga qué opción es mejor.
Si bien es cierto que, cuanto antes se abra la cuenta, más dinero se podrá ahorrar de cara a su “salida del nido”. Por ello, es recomendable hacerlo en sus primeros años de vida, para que así se vaya creando esa ‘hucha’ de cara a los años en los que va a necesitar más dinero. Además, contamos con la ventaja de que la mayoría de entidades financieras tiene productos exclusivos para los más pequeños, de modo que podemos abrir esa cuenta con unas condiciones ventajosas.
Normalmente, estas libretas de ahorro se caracterizan por tener liquidez total (se puede ingresar todo el dinero que se quiera y hacer lo mismo con las disposiciones de efectivo), ausencia de gastos y comisiones (fundamental), remuneración baja (no generan elevados intereses) y están en vigor hasta los 25 años (por lo que pueden aprovecharse de estas condiciones en los primeros años de su juventud).
Por tanto, vemos cómo es un producto bastante interesante para los más pequeños del que se pueden beneficiar una gran parte de su juventud y que, además, suele incluir otro tipo de ofertas de ocio, como actividades, sorteos, viajes, descuentos en parques temáticos, etc.
No es un vehículo de inversión
Es fundamental que, antes de abrir la cuenta, los padres tengan muy clara una cosa: este tipo de cuentas no constituyen en sí mismas un instrumento de inversión. Como hemos visto, arrojan intereses muy bajos, por lo que no es algo que vaya a dar mucha rentabilidad de cara al futuro. El objetivo primordial de las libretas de ahorro para niños es inculcarles el hábito de ahorrar.
Ese es su principal cometido y así lo ha sido siempre. De modo que, si queremos ir generando unos ingresos extra para nuestros hijos, tendremos que buscar otra opción, porque con las cuentas de ahorro no van a ganar mucho, más allá de lo que se ahorre. De hecho, existen planes de ahorro infantil con este fin de generar réditos, por lo que si estás interesado en ello, puedes solicitar información al banco cuando abras la cuenta.
Aunque, como hemos mencionado, no hay una edad específica que sea mejor para abrir esta cuenta, sí es conveniente que el niño o niña tenga edad suficiente para recordarlo. Si acudes a abrir la cuenta con tu hijo y le explicas la importancia de ese momento para su futuro, lo recordará toda su vida (muchos aún nos acordamos de la nuestra) y aprenderá muy pronto que, para conseguir un futuro tranquilo y con sus necesidades cubiertas, debe ahorrar todo lo que pueda.