La hipoteca no debería superar el 40% de tus ingresos
Las hipotecas vuelven a coger pulso en España.
Según los últimos datos de noviembre de 2020, la firma de hipotecas creció un 1’8% mensual, sumando así tres meses de recuperación de este tipo de financiación para adquirir una vivienda tras la racha negativa provocada por la pandemia del coronavirus. En concreto, fueron 28.756 préstamos los que se firmaron, el dato más alto desde el inicio de la pandemia.
Antes de firmar un crédito de este tipo, es importante aprender/recordar que su pago no debería llevarse la mayor parte de los ingresos que entran en un hogar mensualmente.
En concreto, la hipoteca debería constituir, como máximo, en torno al 30% - 40% de los ingresos de la familia o persona si firma la hipoteca en solitario. Pero ¿por qué este porcentaje y no más o menos? Vamos a verlo.
30% - 40%, el porcentaje mágico
Durante los pasados años de crisis económica se ha demostrado que, para que un hogar funcione y pueda vivir con dignidad, hace falta que, al menos la mitad de los ingresos que entran en esa casa sean para la manutención, el mantenimiento de la vivienda y el propio bienestar. No hablamos de ocio, compras o viajes. Hablamos de las necesidades básicas que debe cubrir un hogar mes a mes.
Por ello, la hipoteca ni puede ni debe llevarse más de la mitad del presupuesto mensual. De hecho, para vivir de forma desahogada, este gasto no debe ‘comerse’ más del 40%. Los expertos señalan que ese es el porcentaje más adecuado porque permite cubrir los gastos comunes y, además, dejar una parte por si sucede algún imprevisto.
Porque de un mes a otro pueden cambiar las cosas. Se puede averiar el coche, algún electrodoméstico o aparato electrónico que sea necesario para el día a día, puede venir el seguro de la casa o del vehículo o una ocasión especial. Si de los ingresos de ese mes la mitad o más de la mitad van a parar a la hipoteca, será muy difícil afrontar esos gastos extra.
Aunque muchas veces cuando ocurre esto y no tenemos ahorros suficientes solemos pedir prestado a los familiares y amigos, esa no es la solución, pues lo único que se hace es contraer otra deuda que habrá que sumar al porcentaje fijo de la hipoteca todos los meses. Por ello, a la hora de firmar una hipoteca hay que mirar con lupa cuánto dinero va a costar al mes para poder pagarla sin tener que vivir con lo justo.
¿Cómo puedo ajustarme a ese 30% -40%?
Para lograr un equilibrio entre la hipoteca y el resto de gastos, es primordial elaborar un presupuesto mensual base antes de firmarla. Se trata de hacer una especie de ‘demo’ en la que se reflejen todos los ingresos y gastos que tenemos al mes, sumando esa posible hipoteca. Si se lleva más del 30% - 40%, es mejor optar por otra alternativa de financiación.
Pero antes de llegar a ese presupuesto es también muy importante haber rastreado muy bien el mercado para encontrar una hipoteca que se ajuste a nuestras posibilidades. No hablamos solo de la cantidad que pagaremos al mes, sino también de los intereses, las condiciones y las posibles cláusulas. Firmar una hipoteca no es un mero trámite, con lo que requiere ser estudiado al milímetro antes de dar el paso, teniendo siempre muy presente ese 30% - 40%.