¿Cómo me afecta la subida de tipos de interés de la Reserva Federal?
El 16 de diciembre, y después de que los mercados viniesen rumoreando sobre la posibilidad de una subida de tipos de interés en Estados Unidos, tras los buenos datos económicos y de empleo, la Reserva Federal decidió tomar una decisión que, sin duda, tendrá repercusiones seguras sobre los mercados financieros.
Pero, ¿de verdad lo que ocurra al otro lado del charco puede afectarme a mí, que solo tengo un depósito a plazo fijo y algunas acciones de compañías del IBEX 35? Pues, aunque parezca extraño, sí. Vivimos en un mundo globalizado, donde las repercusiones en un lado del globo tienen repercusiones sobre lo que ocurre en el resto del mundo, y una decisión de este tipo no podría ser menos.
El euro se depreciará aún más rápido
La repercusión directa de una subida de tipos de interés en Estados Unidos será, con casi total seguridad, una apreciación del dólar estadounidense en relación con otras divisas, entre las que se incluye el euro. Dicho de otro modo, la subida de tipos provocará una depreciación del euro todavía más acentuada incluso que la actual, en especial a raíz del programa de compra de activos a cargo del Banco Central Europeo. La razón es sencilla de entender: si los tipos de interés suben, la rentabilidad que ofrecen los productos a plazo fijo en Estados Unidos, como los depósitos a plazo fijo, también aumentarán, lo que atraerá capitales de otros países y zonas geográficas que tendrán que vender su divisa para obtener dólares.
Aunque, en realidad, la depreciación del euro tiene repercusiones más positivas que negativas sobre la economía española y europea, al reducir los precios relativos de las empresas exportadoras, los ahorradores europeos pueden sufrir pérdidas, en especial aquellos que tienen en cartera activos estadounidenses denominados en dólares. Si quisiesen venderlos ahora, tendrían que asumir una pérdida tanto mayor cuanto menor sea el valor del euro en relación al dólar.
Ahora bien, aquellas personas que tengan deudas denominadas en dólares, como por ejemplo en las hipotecas multidivisa, se podrán beneficiar de esta subida, ya que su deuda desciende.
En bolsa, reacciones limitadas
Si bien es cierto que las subidas o bajadas de tipos de interés tienen repercusión indirecta sobre la Bolsa, en esta ocasión, la incidencia será muy limitada. Tal y como ocurrió cuando la Reserva Federal insinuó que seguiría bajando tipos de interés, la subida de tipos ya está más que anticipada por los mercados, así que los ahorradores que tengan activos que coticen en Bolsa no deberían preocuparse en exceso.
No obstante, el impacto puede ser algo mayor si, finalmente, la Reserva Federal decide establecer un nivel bastante más elevado a lo que el mercado había consensuado, de unas pocas décimas. Aunque, eso sí, solo los primeros días. Cabe esperar que la subida se realice de forma progresiva y que el impacto sea, por tanto, muy limitado. Evidentemente, los títulos más expuestos serán las entidades financieras, que son quienes mantienen una relación más estrecha con la Reserva Federal.
En cuanto a la inversión en materias primas, por su parte, sí que podríamos ver alguna repercusión adicional puesto que, al pagarse generalmente en dólares (sobre todo, el petróleo), la apreciación de esta divisa tendría incidencia directa.
¿Qué ocurrirá con los fondos de inversión y planes de pensiones?
Los fondos de inversión y los planes de pensiones pueden ser dos de los productos más expuestos a esta decisión de la Reserva Federal, en especial los más conservadores, con una elevada proporción de renta fija en su cartera y que tengan una elevada exposición a la economía norteamericana. Durante los próximos meses, se prevé que los bonos norteamericanos y, en general, todos los productos de renta fija, sufran una cierta corrección, lo que sin duda tendrá bastante incidencia sobre cualquier producto de inversión colectiva.
¿Y los productos de ahorro? Con total normalidad
Los ahorradores que tengan sus capitales en productos de renta fija en España o en Europa, tales como bonos soberanos, depósitos a plazo fijo, bonos corporativos o cuentas de ahorro, entre muchos otros, no deberían de temer mucho sobre sus inversiones. Este tipo de productos se rigen por las decisiones del Banco Central Europeo, y no por lo que ocurra en Estados Unidos, y a medio plazo no se espera un cambio de rumbo en la política monetaria llevada a cabo en Europa. Es decir, tendremos que seguir asumiendo una baja rentabilidad por la renta fija.
Lo único que podría ocurrir, aunque se trata de un escenario muy poco probable, es que algunos bancos eleven la rentabilidad de sus productos para competir con los activos estadounidenses, en especial los bancos que tengan presencia en ese país. No obstante, por el momento, no debemos preocuparnos ni por nuestras inversiones en Europa ni por nuestras deudas, ya que es difícil que nada cambie por el momento.
Se esperan pocos cambios a corto plazo
Si, como se espera, la subida de tipos de interés se realiza de manera progresiva, la incidencia sobre la economía en Estados Unidos será bastante reducida, y no digamos ya en Europa. Por el momento, lo único por lo que debemos preocuparnos es por aquellos activos a los que les afecte el tipo de cambio ya que, para muchos analistas, el dólar camina hacia la paridad con el euro. Así que, por el momento, no debemos preocuparnos en exceso por esta noticia.