¿Controlas tus finanzas? El 44% de españoles no lo hace
Que el conocimiento de la economía y las finanzas no es uno de los puntos fuertes de los españoles no es nada nuevo. Pero cuando se expone esta certeza con datos sobre la mesa, da un poco de vértigo. Por lo pronto, podemos empezar diciendo que cerca de la mitad de los españoles reconoce tener problemas para gestionar su economía doméstica por falta de conocimientos financieros.
Así se desprende del estudio “El conocimiento financiero de los españoles, a examen”, elaborado por la firma de investigación de mercados Grupo 1 para Nationale-Nederlanden. De media, el 37% de los españoles admite no tener conocimientos generales suficientes para manejarse en los aspectos más básicos de sus finanzas, un porcentaje que asciende a la mitad en comunidades como Baleares, Extremadura o, sorprendentemente, Madrid, la capital y el centro financiero español.
La falta de conocimientos financieros puede tener su origen en el aburrimiento que esta disciplina produce a los españoles. El 10% afirma que los temas financieros le aburren, mientras que el 9% señala que, aunque lo intenta, la economía le supera. Solo un 12% -y en su mayoría varones mayores de 40 años- encuentra apasionante esta materia.
Un país dependiente...financieramente
Todo ello ha generado un país muy dependiente a la hora de tomar decisiones financieras. Los españoles no se sienten con la suficiente autonomía para tomar las riendas de su economía, de modo que suelen delegar la toma de decisiones más importantes. Más de la mitad (el 56%) reconoce que pide ayuda para tomar decisiones financieras, y para ello suele recurrir a profesionales, sobre todo, (el 33%), o a familiares y amigos con estos conocimientos (el 23%). Solo el 12% asegura no recurrir a nadie, ni siquiera a Internet, para tomar este tipo de decisiones.
El talón de Aquiles principal de los españoles es la temida declaración de la renta. Cada año, para muchos completar este documento supone un verdadero calvario, ya que no solo les cuesta hacerla,sino que también les da pavor hacerlo mal y tener después problemas con el fisco. Por ello, el 60% admite tener que pedir ayuda para su declaración, bien sea contratando a un profesional (26%), acudiendo al servicio que Hacienda pone a disposición de los ciudadanos (22%) o a través de familiares o amigos (12%).
Terminología financiera, el gran enigma
En cuanto a los conceptos financieros con los que más problemas tienen los españoles, destacan los de corte más financiero ligados a la inversión. Tanto es así que el 75% no sabe lo qué significa Fintech y el 52% desconoce el concepto SICAV. Por el contrario, los más conocidos son los que tienen más incidencia en su día a día, como Euríbor, IVA, IPC, Ibex, inflación o plusvalía. Pero si hay un concepto que casi nadie desconoce, ese es el IVA, que “lo sufre” el 80% de los encuestados.
Buenas intenciones
Pero no todo es negativo. El estudio de Nationale-Nederlanden también pone de relieve el ‘mea culpa’ que entonan los españoles ante sus escasos conocimientos financieros y su propósito de enmienda. Por ello, cada vez están más interesados en conocer el funcionamiento de los productos financieros, sobre todo de cara a la jubilación, pues ya a pocos se les escapa que el futuro de las pensiones públicas es incierto.
El 85% de los encuestados muestra interés por los productos de ahorro e inversión y el 36%, por los planes de pensiones. De momento, los productos que más contratan, básicamente por necesidad, son la tarjeta de crédito (77%) y la cuenta de ahorro (76%).
Como bien señala el subdirector general de Nationale-Nederlanden, Carlos González Perandones, “es fundamental reforzar los conocimientos financieros de los españoles para que puedan la gestión diaria de su economía personal y puedan planificar mejor su futuro financiero”. Por ello, las administraciones públicas, las entidades privadas y los propios ciudadanos debemos tomar buena cuenta de este estudio para tomar conciencia de que debemos hacer que, cuando la encuesta se repita, los resultados sean mucho mejores. Por nuestro propio bien.