Los tickets restaurante, una buena forma de ahorro fiscal
La entrada de los llamados ticket restaurante es un fenómeno relativamente reciente en España; de hecho, tardó bastante en crecer en comparación con otros países europeos. Ahora es una práctica generalizada en muchas empresas, aunque el típico ticket o cheque representado en un trozo de papel haya desaparecido en muchos casos y se haya sustituido por una tarjeta prepago, a la cual la empresa carga el importe que paga por las comidas de su trabajador cada mes.
El funcionamiento de estos tickets o tarjetas es sencillo tanto para empresa como para el trabajador. La primera entrega el medio de pago con el valor que considere al trabajador, y este lo utiliza para pagar su comida en las jornadas laborales. Aquí ya hemos introducido un concepto fundamental, el importe. La empresa es libre de entregar a su trabajador la cantidad que desee, pero existe un límite, de 11 euros diarios, que está exento de tributación en el IRPF. Es decir, lo que exceda a esta cantidad tiene que pagar impuestos.
Un tratamiento fiscal favorable para el trabajador
Si los tickets restaurant no superan los nueve euros diarios, todo lo que recibe el trabajador es ganancia. Ha recibido una retribución que de otra forma habría tenido que destinar a pagarse sus comidas, pero con un importante ahorro fiscal. Este ahorro fiscal dependerá del tramo impositivo en el que nos encontremos. Por ejemplo, para unos 220 euros (20 días a 11 euros cada uno), este ahorro será de entre 42 y 103 euros al mes. ¿Y si fuese más? Este exceso sí tributaría al IRPF dentro como retribución en especie y, por lo tanto, el trabajador debería pagar por ello como si fuese su salario monetario y, de hecho, así se refleja en la nómina.
Sin embargo, a diferencia de la tributación por IRPF, los tickets restaurant sí tienen que cotizar a la Seguridad Social. Todas las cantidades que el empleado perciba en tickets restaurante forman parte de la base de cotización del salario y no se benefician de la exención de cotización a la Seguridad Social. Es decir, aunque no pagues impuestos, se incluirán en los pagos a la Seguridad Social que abona tanto la empresa como el trabajador. En el caso del trabajador, este pago es un 6,35%. En nuestro ejemplo de 220 euros (11 euros diarios x 20 días laborales) este porcentaje supone pagar 13,97 euros al mes.
En cualquier caso, a pesar de que las cotizaciones suponen una merma de nuestro salario, la base de cotización constituye en sí misma un aspecto fundamental de cara a nuestra jubilación, tanto si somos autónomos como si somos asalariados. A partir de ella, se calculan todas las prestaciones públicas del trabajador, tanto la de desempleo como la de jubilación. Gracias a ello, obtendremos una pensión mayor en el futuro y mejores prestaciones en caso de enfermedad, por ejemplo.
Por todo ello, la retribución con ticket restaurante es una motivación extra para el trabajador con unas claras ventajas fiscales que se disfrutan no solo ahora, sino también en el futuro.