¿Cómo afecta la inflación a mi inversión?
La inflación afecta a nuestros ahorros de manera lenta, silenciosa e implacable. Está ahí, va comiendo terreno a nuestra inversión pero como no se ve, la mayoría de las veces se pasa por alto. Los economistas definen la inflación como el aumento de los precios durante un periodo determinado de tiempo y, para su cálculo, se utiliza el índice de precios al consumo (IPC).
Nuestro bolsillo la nota cuando el pan, el mismo de hace tres años, cuesta hoy 80 céntimos frente a los 60 céntimos que costaba hace tres años. Es decir, te dan lo mismo por más dinero, o, dicho de otra forma, el dinero de hoy tiene menos valor que el de hace tres años. Algo que hay que tener muy presente a la hora de invertir.
La inflación supone una devaluación continua de nuestro poder adquisitivo. Si la inflación anual es del 2% los 10.000 euros de nuestros ahorros al cabo del año valdrán 9.800 euros; un 2% menos, así, sin hacer nada. Por eso hay que calcular lo que los economistas llaman el rendimiento real de la inversión.
En ese rendimiento real, además del pago que habrá que hacer a Hacienda por el producto elegido (algo que analizaremos en algún otro post), hay que contar con la inflación. Hay que tener presente que si un depósito a un año nos ofrece un rendimiento del 3,5% y la inflación ese año es del 1,5%, en realidad lo que saldremos ganando por nuestro dinero será un 2%. Sí, nos darán un 3,5% más pero la inflación se habrá comido ese 1,5% por el camino. También conviene echar el ojo a la cuenta de ahorros del banco y saber qué intereses nos ofrece, si es menos que la inflación estamos perdiendo dinero.
¿Y, entonces, qué hago con mi dinero?
Hay que contar con ella, saber cuál es su 'temperatura', si es alta o baja para elegir dónde invertir. Los principales afectados con una inflación alta son nuestros ahorros, porque si no los movemos pueden perder mucho valor.
Los expertos suelen decantarse por realizar inversiones algo más arriesgadas cuando la inflación es alta, invertir el dinero en bolsa y estar atentos a productos de mayor rentabilidad . En estos períodos el dinero también se refugia en las materias primas, como el oro (el valor refugio por antonomasia), o en bienes físicos, como el inmobiliario.
También, para muchos, es momento de gastar. Por el contrario, cuando la inflación es baja, es el mejor momento para los inversores conservadores y para los menos decididos a buscar entre diferentes productos financieros, es el momento de la renta fija y depósitos.