Pluriempleo: cómo afrontar varias carreras en una vida laboral
El pluriempleo es definido por la RAE como la “situación social caracterizada por el desempeño de varios cargos, empleos, oficios, etc., por la misma persona”. Es un fenómeno muy antiguo que las necesidades de los nuevos tiempos ponen de actualidad. La cuestión es saber qué necesitamos para adaptarnos correctamente y que suponga una oportunidad de proyección profesional.
La formación es la base del pluriempleo
Vivimos en un momento en el que cualquier actividad reclama conocimiento. Cuando desarrollamos varias a la vez, es fundamental tener, por un lado, una buena base cultural y de saberes comunes a todas ellas.
Por otro, hay que estar preparados para cada una de las necesidades específicas que reclame cada trabajo. Eso exige un esfuerzo de formación continua. Se puede dar, incluso, el caso de que una profesión se transforme profundamente con el tiempo o de que surjan oportunidades en las nuevas que van apareciendo.
El pluriempleo actual reclama una gestión activa del tiempo
Antiguamente, era común encontrar trabajadores en pluriempleo que desarrollaban sus empleos como compartimentos estancos. Por ejemplo, por la mañana desarrollaban uno y por la tarde otro.
El pluriempleo actual reclama frecuentemente trabajadores multitarea. Eso significa que pueden estar pendientes de varias labores que se van desarrollando en paralelo. El empleo de aplicaciones y de dispositivos conectados facilita tener a mano la información de diferentes actividades en toda clase de contextos.
Esa actitud reclama una gestión del tiempo que oriente cuándo cada trabajo es prioritario. Es fundamental comprender y trasladar nuestras propias necesidades personales y las de nuestros empleadores, clientes y compañeros de trabajo.
El pluriempleo y la pluriactividad
A diferencia del pluriempleo, la pluriactividad es la situación en la que un trabajador está obligado a darse de alta en dos regímenes distintos de la Seguridad Social. Lo más habitual es que sean el general y el de autónomos, lo cual tiene una repercusiones sobre sus cotizaciones y sobre la pensión y otras prestaciones que puede percibir.
Es la situación, por ejemplo, de quienes desarrollan una actividad como trabajadores de una empresa o funcionarios públicos y, al mismo tiempo, otra por cuenta propia. Aunque se trate de distintas ocupaciones, no es raro que lo sean en el desarrollo de una misma profesión. Por ejemplo, un electricista puede ser trabajador de una empresa y, cuando termina su horario, ejercer su oficio para clientes particulares.
En esos casos, especialmente en los funcionarios públicos, es muy importante conocer si existe alguna incompatibilidad jurídica por ley o por el contrato de trabajo. Las razones pueden ser variadas. Entre ellas destacan el posible requerimiento de un descanso obligatorio por razón de la responsabilidad del puesto de trabajo o las prohibiciones de competencia con el empleador por cuenta ajena.
El pluriempleo y la movilidad
Existen muchas formas de desarrollar varios trabajos, pero destacan tres principalmente. La primera es ejercerlos en lugares de trabajo fijos y distintos. Es frecuente cuando se trata de más de un empleo por cuenta ajena y, en general, se desarrolla en las oficinas, talleres, locales de negocio o cualquier otro centro de trabajo de cada uno de los empleadores.
La segunda es la del pluriempleado en movilidad permanente. Desarrolla sus actividades, normalmente, allá donde es requerido por sus clientes. El gran aliado que tiene actualmente son los dispositivos móviles que le permiten acceder a la información de uso profesional que necesita en cada momento, con independencia del lugar donde se encuentre en cada momento.
El tercer tipo es el teletrabajador pluriempleado. Desarrolla varios trabajos paralelamente y lo que se mueve son los resultados de su actividad, que normalmente llegan a sus clientes o empleadores a través de las redes de telecomunicación.