21 tips para superar un proceso de selección con éxito
"¡Por fin me han llamado! Es escuchar el sonido de mi móvil y un teléfono que no conozco, y ponerme a dar saltos de alegría. Hoy he cumplido el sueño de miles de españoles: tengo tres entrevistas de trabajo. Los puestos no son aún míos, sí, pero solo la esperanza de obtener un empleo ya es motivo más que suficiente para alegrarme". Este podría ser el relato de muchos españoles que buscan un empleo. Pero todavía queda un paso muy importante: luchar contra el resto de candidatos, demostrando que tú eres el mejor y convenciendo a tus entrevistadores que eres el candidato idóneo para el puesto.
La crisis económica y el consecuente incremento en el número de aspirantes por cada puesto de trabajo ha evidenciado un cambio en el panorama laboral español en lo que a contratación se refiere. Hay candidatos que, a pesar de su buena preparación o de tener competencias para desempeñarse de manera adecuada en un puesto, son rechazados en el proceso de selección por causas que ellos mismos no conocen. Ya no vale con acreditar nuestros conocimientos; ahora es necesario ponerlos en práctica en poco tiempo, exactamente en lo que dura un proceso de selección de candidatos. Y, para superar este proceso, estos son los 21 puntos que todos los candidatos deberían tener en cuenta.
A la hora de buscar un empleo
El primer paso para superar un proceso de selección es, aunque suene evidente, buscar un empleo que se adapte a nuestras circunstancias, a nuestra formación y a nuestra experiencia laboral previa. Es el primer filtro de todo proceso de selección, así que toca ponerse las pilas y demostrar, desde el primer momento que somos el candidato idóneo. Pero, ¿cómo?
-
Regístrate en todos los portales de empleo que puedas: y no solo en las webs de empleo, sino también en todas las redes sociales. De esta manera, habrá muchas más posibilidades de encontrar un empleo que estando solo en una de ellas.
-
Cuida mucho tu primera imagen: la mayoría de portales especializados en búsqueda de empleo permiten, además de añadir nuestra foto, escribir una breve descripción sobre ti. No lo hagas a la ligera, ya que estas dos o tres frases puede ser lo que cierre todas las puertas a un posible reclutador.
-
Personaliza tu carta de presentación: la carta de presentación no debe ser un instrumento general para darnos a conocer, sino algo particular de cada empleo al que estemos optando. Así que tenemos que tomarnos nuestro tiempo, estudiar a fondo el puesto y la empresa a la que estamos aplicando y redactar una carta concreta para cada caso.
-
Vete al grano en tu CV: si bien es cierto que cada vez menos empresas se fijan en el CV, todavía es importante cuidarlo. Es importante quitar la paja del mismo e ir a lo concreto. Lo mejor es ponerte en la piel del responsable de Recursos Humanos de la empresa. Con mil CVs por leer, lo más probable es que eche un rápido vistazo a todos, buscando información concreta e interesante.
-
No te apuntes a todo: solemos pensar, a veces de manera equivocada, que cuantos más sean los puestos a los que aspiremos, mayores posibilidades tendremos de que nos seleccionen. Sin embargo, aspirara a todas las ofertas puede ser contraproducente. Los reclutadores pueden pinchar en nuestro perfil y ver a cuántas ofertas aspiramos, y si ven que no tenemos ningún tipo de preferencia por el trabajo, puede dar la sensación de que somos demasiado conformistas.
-
Haz contactos: las redes sociales han abierto un abanico de posibilidades nunca vistos hasta ahora en cuanto a la facilidad para hacer contactos. Si tienes claro cuál es tu sector y qué empresas podrían contratarte, sírvete de redes sociales como Twitter o Linkedin para que te vayan conociendo y entrar en contacto con ellos.
-
¿Y los servicios premium?: la mayoría de las webs de empleo ofrecen servicios premium a sus clientes. Si pagas, tu CV aparecerá de forma destacada y los reclutadores te podrán ver antes. Si crees que puede merecer la pena, no lo dudes.
En una entrevista personal
La entrevista personal suele ser el siguiente paso después de que el departamento de recursos humanos se ponga en contacto con nosotros. Se trata de un cara a cara entre aspirante y entrevistador en el que este último trata de conocer mejor al candidato, con preguntas tanto personales como profesionales. Y aquí también existen una serie de pautas a tener en cuenta para que esta fase no se nos atragante.
-
Prepara tu entrevista: el primer paso parece evidente, pero pocas personas lo tienen en cuenta. Preparar la entrevista consiste en conocer la empresa e investigar sobre el puesto de trabajo ofrecido, de modo que podamos anticiparnos a las preguntas y así dar una respuesta convincente al entrevistador.
-
Nunca exageres tus expectativas laborales: es más importante establecer metas realistas que objetivos ambiciosos que no van a sorprender a nadie. Ten en cuenta cuáles son tus capacidades y desempeños previos y sitúalos en perspectiva con tales metas.
-
Procura divagar lo menos posible en las respuestas a los entrevistadores: lo peor que puedes hacer es responder con evasivas o con respuestas poco precisas. Trata de ser lo más concreto y seguro posible en las mismas.
-
No mientas: dicen que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y en esto de los procesos de selección, la mentira es todavía más evidente. Si ya llevamos los nervios a flor de piel, no decir la verdad puede ponernos en una situación verdaderamente angustiosa y comprometida, perjudicando tu reputación laboral.
-
Cuida tu presencia: causar una buena primera impresión es fundamental. La imagen que tenga de nosotros el entrevistador en el momento en el que abramos la puerta condiciona toda la entrevista. Y no solo es suficiente con ir bien aseado y con una vestimenta correcta, sino también dar la sensación de preocupación, orden y seriedad.
-
Presenta una buena actitud: en toda entrevista de trabajo, una actitud positiva es clave si queremos generar una buena impresión e interés.
-
Procura ser todo lo educado que puedas: palabras como "por favor" y "gracias" nunca están de más. No es necesario utilizarlo siempre, pero sí en momentos clave y, por supuesto, ser lo más educado posible en nuestras respuestas.
En una dinámica de grupo
Las dinámicas de grupo son entrevistas con varias personas con las que se pretenden detectar habilidades que pueden pasar desapercibidas en las entrevistas individuales, en especial habilidades sociales. De un tiempo a esta parte, se han convertido en una herramienta esencial para captar talento y, por esta razón, su uso se está extendiendo en los procesos de selección para contratar al mejor candidato. Pero, ¿qué debemos tener en cuenta?
-
Participa: suena a tópico, pero muchas personas no participan activamente de estas dinámicas. Si no te vendes tú, nadie va a pujar por ti, y mucho menos el resto de competidores. Es tu tarjeta de visita, así que aprovecha los momentos en los que participes para captar el interés de los observadores.
-
Aporta valor en tus intervenciones: tan importante o más como participar es aportar algún tipo de valor en tus intervenciones. No debes olvidar en ningún momento que estás en un proceso de selección, así que no todo vale. Es importante ser coherente en tus comentarios y dar opiniones diferentes al resto.
-
Toma el control de la prueba: decirlo es sencillo pero no siempre se puede poner en práctica. No dudes en aprovechar cada minuto, cada oportunidad que te brinden tus compañeros y reparte juego entre ellos. De este modo, tú serás la persona que tengas el control y tus comentarios pueden ser los más valiosos.
-
Escucha: tan importante o más que conversar es escuchar. De nada sirve ser elocuente si no podemos seguir una conversación con el resto de miembros de nuestro equipo; además, puede ser una excelente fuente de inspiración para ti.
-
Sé auténtico: imprescindible. Las dinámicas de grupo son situaciones ficticias pero, casi siempre, sirven para simular un problema del mundo real. Si intentas mostrar un comportamiento inventado e irreal, lo único que conseguirás será perjudicarte a ti mismo, ya que estarás más preocupado de aparentar que de dar una solución creativa e innovadora.
-
Tus competidores no deben ser tus enemigos: suena extraño, pero es mejor tratar al resto de aspirantes como compañeros de grupo que como lo que realmente son, tu competencia. No olvides que, en una dinámica de grupo, se trata de dar respuesta a un problema organizativo que generalmente se resuelve con el trabajo en equipo. Por esta razón, es mejor cooperar con nuestros enemigos que luchar contra ellos.
-
Muestra una buena actitud: aunque no domines el tema tratado, es mejor mostrar una actitud positiva en nuestras argumentaciones. De esta manera, sonaremos mucho más convincentes y la opinión de los entrevistadores será mucho mejor.
En general, los consejos anteriores se pueden utilizar para cualquier entrevista con independencia del sector y del puesto de trabajo al que aspiremos. No obstante, nunca está de más prepararnos más específicamente en función del puesto de trabajo específico al que estemos optando.