Cinco consejos para relajarte en el trabajo de forma fácil
Hasta arriba, con el reloj en marcha y las tareas acumulándose encima del escritorio. No sabes siquiera por dónde empezar y dentro de dos horas tienes que acudir a una reunión. Y solo es lunes. Puede que conozcas esa sensación de estrés, de querer y tener la sensación de no poder llegar a todo.
Cuando eso ocurra, para empezar, respira hondo. Para continuar, intenta poner en práctica cinco técnicas sencillas que te ayudarán a desestresarte en el trabajo:
Mantén ordenada tu mesa de trabajo
Puede parecer una tontería, pero tener tu escritorio ordenado te ayudará a aliviar el estrés. Mejorar nuestra zona de trabajo es fundamental para poder desarrollar nuestras tareas a gusto. Tener un lugar donde colocar nuestros bolígrafos, nuestras libretas o nuestros informes, reducirá nuestros nervios. Es importante, además, que en tu escritorio tengas lugares donde puedas descansar la vista, como por ejemplo una planta a la que puedas dirigir tu mirada.
También puedes poner en tu mesa fotografías de tu familia o cualquier cosa que te haga sentir bien y que te relaje, como los dibujos de tus hijos, postales de lugares donde hayas tenido unas vacaciones, un lema que te inspire, etc. Incluso, si quieres ir un poco más allá, puedes incluir en tu escritorio alguna esencia que te relaje y te haga sentir bien. Una planta aromática, por ejemplo, puede ser un buen aliado contra el estrés.
También es importante cumplir ciertas normas de ergonomía en tu mesa de trabajo: el ordenador debe estar frente a ti y no a un lado, la visión de la pantalla debe estar a la altura de tus ojos y la iluminación debe ser la correcta.
Respirar hondo y calma tus pensamientos
Cuando te venga a la mente ese no puedo más, no voy a llegar, respira hondo y relaja tu mente. Dirige tu mirada hacia otro lugar, las fotos, la postal... o imagina tus vacaciones favoritas. Abstrae tu mente por un tiempo y gana perspectiva, trata de ver lo que te sucede desde fuera. A mucha gente le viene bien meditar unos minutos en el trabajo, y tampoco pienses que es algo muy difícil: basta con que te sientes recto en tu silla, pongas las manos sobre las piernas y que te concentres en tu respiración durante cinco minutos.
Hay otras cosas que ayudan a relajar tu mente. Escribir las cosas que tienes pendientes y tacharlas una vez realizadas te servirá para sentirte mejor. Además, mientras las escribes, quita la mirada del ordenador, ya que es una forma de poder administrar las tareas que tienes por delante.
Fomenta el compañerismo
Tus compañeros pueden ayudarte a calmar tu mente. Un buen ambiente de trabajo es fundamental para que nos podamos relajar mientras realizamos nuestras tareas. Es bueno levantarse de la mesa y charlar cinco minutos con un compañero con el objetivo de crear complicidad con ellos y fomentar que puedan surgir algunas risas o que incluso nos podamos divertir trabajando.
Llegado el momento, incluso, puede ser buena idea confesarse con un compañero y contarles lo agobiados que estamos con el fin de reducir nuestro estrés.
Relaja tu cuerpo
Mens sana in corpore sano; no cabe duda que realizar algo de ejercicio físico evita el estrés. No tienes ni si quiera que apuntarte al gimnasio; basta con andar unos 20 minutos al día para que te sientas algo más relajado. Correr también tiene muchos beneficios, además de ayudarnos a vencer la ansiedad que nos genera el día a día.
Ya en tu escritorio, ten en cuenta que los expertos aconsejan no estar más de una hora sentado frente al ordenador, así que levántate de la silla cada 50 minutos. Realizar ejercicios de estiramiento en tu mesa de trabajo es buena idea contra el estrés. No pienses en nada extraño o fuera de lugar mientras estiras el cuello de un lado a otro, por ejemplo, o de pie con las piernas juntas trata de tocarte los pies para así estirar la espalda.
Por supuesto, mantén siempre derecha tu espalda en la silla. Esto mejora tu postura pero también mejorará tus niveles de energía.
Cuida tu alimentación
Al igual que el ejercicio, la alimentación es un buen aliado contra el estrés. Hay alimentos que alivian el estrés, como el salmón, las almendras o las espinacas; por supuesto, conviene evitar comidas copiosas que nos pueden hacer sentir mal.
Aléjate de tu escritorio a la hora de comer; si comes delante del ordenador sentirás que no descansas. Es mejor que salgas fuera y te despejes un poco. Basta con media hora y si lo haces con tus compañeros será todavía mejor.