Seis incentivos a considerar al elegir trabajo, además del salario
El mercado laboral ha cambiado mucho en los últimos años. La crisis ha provocado que el empleo, por desgracia, se haya precarizado y sea más inestable. Además, las nuevas generaciones, encabezadas por los millennials, conciben el trabajo de forma diferente que las anteriores, de modo que las empresas han tenido que reinventar su política de recursos humanos e incentivos para adaptarse a las nuevas circunstancias.
Los trabajadores no buscan los mismos incentivos que sus progenitores, de modo que ahora priman más otros aspectos que antes ni se conocían. Teniendo en cuenta todo este aluvión de cambios y el nuevo panorama laboral que tenemos, es importante conocer qué incentivos deberíamos tener en cuenta a la hora de decantarnos por un empleo.
Porque ciertas cuestiones deben ser innegociables si buscas un empleo que te haga feliz, que te permita desarrollar tus habilidades y que, a la vez, te haga crecer. Vamos a verlas.
Los incentivos básicos que no debes pasar por alto
Cuando tenemos una oferta de empleo valoramos, en primer lugar, el salario. Sin embargo, hoy en día ya no es lo más importante y hay otra serie de requisitos que debemos tener en cuenta para ser mejores trabajadores y más felices.
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Formación. Esta es una condición sine qua non. En un mundo tan cambiante, dominado por la tecnología, que nuestra compañía nos ofrezca seguir aprendiendo es básico para nuestro futuro y para el de la propia empresa. Cuanto más preparados estén sus trabajadores, mejores resultados obtendrá y mejor podrá competir con el resto de empresas. Antes de aceptar un empleo, entérate de si tiene programas de formación para empleados y de qué tipo son.
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Ambiente de trabajo. Otro requisito básico. Teniendo en cuenta de la cantidad de horas que pasamos en el trabajo, que haya buen ambiente laboral es básico para que podamos rendir al 100%. Intenta averiguar cómo es el clima de trabajo, cuál es la edad media de la compañía y si realiza algún tipo de actividad que permita a sus trabajadores estrechar lazos, sobre todo si la mayoría del trabajo es en equipo. Para ello puedes buscar por Linkedin a personas que trabajen en esa compañía y entrar en contacto con ellos. Así, podrás obtener información de primera mano para valorar su oferta.
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Posibilidades de crecer. Ya no se trata tanto de lograr un ascenso como de la posibilidad de crecer, tanto dentro de la empresa como profesional. Las nuevas generaciones buscan trabajos o proyectos que les estimulen, que les supongan un reto y que les permitan seguir desarrollando sus aptitudes. Y es uno de los principales incentivos para aceptar un trabajo.
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Flexibilidad. Cada vez va tomando más protagonismo en el entorno laboral. En un mundo hiperconectado, el lugar de trabajo como tal ha perdido sentido, ya que gracias a Internet podemos trabajar desde cualquier parte del mundo. Por ello, es imprescindible que nuestro nuevo empleo nos permita trabajar desde diferentes lugares y que contribuya a desterrar la cultura del presencialismo que sigue presente en España.
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Conciliación. Es quizá el incentivo más importante hoy en día. El trabajo ya no es lo primero para los jóvenes, de modo que eligen empleos que les permita conciliar la vida familiar y la laboral sin hacerles renunciar a ninguna de ellas. Para ello, la flexibilidad es la principal herramienta, junto con el teletrabajo, que poco a poco va imponiéndose en la cultura empresarial para que los trabajadores puedan trabajar desde casa y no tener desatendido ningún flanco de su vida.
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Valores firmes. Por último, los trabajadores buscan cada vez más sentirse identificados con los valores y la ética de su empresa. Por ello, las compañías ecologistas, sostenibles, igualitarias y gay friendly cada vez ganan más adeptos, porque la tolerancia es algo que va en el ADN de los millennials y necesitan sentir que trabajan para empresas que comulgan con ella.