Traspasar mi plan de pensiones, una opción de ahorro inteligente.
Atractiva desgravación fiscal
Los planes de pensiones son uno de los productos de ahorro más populares que existen en la actualidad. En gran parte, por su atractiva desgravación fiscal y porque constituye un elemento fundamental de cara a asegurar nuestra jubilación. Sin embargo, uno de sus mayores inconvenientes es la imposibilidad de disponer del ahorro acumulado hasta el momento de la jubilación, lo que le resta atractivo entre numerosos ahorradores.
No obstante, si estás esperando a que llegue ese momento para retirar tus ahorros porque no te convence el plan que tienes contratado, has de saber que no estás atrapado. Dado que ninguno de nosotros somos iguales a lo largo del tiempo, nuestro perfil de inversión puede también cambiar, y un plan de pensiones que nos parecía adecuado a los 30 años, puede no serlo a los 50. Por este motivo, la legislación permite traspasar el capital de un plan de pensiones a otro, sin perder los derechos consolidados.
El traspaso de un plan de pensiones consiste en la movilización de los derechos consolidados o, dicho de otro modo, de la suma de las aportaciones realizadas al plan junto con los rendimientos obtenidos hasta ese momento, de un plan a otro. La normativa actual en materia de planes de pensiones permite esta posibilidad, aplicable tanto sobre el importe total como de forma parcial. Pero, además, se trata de una posibilidad que nos permitirá ahorrar.
Bonificaciones por traspaso atractivas
Con el fin de captar fondos, numerosas entidades financieras suelen ofrecer atractivas bonificaciones a cambio de que el titular traspase el capital a un plan de pensiones gestionado por ellos. Las promociones son, en muchos casos, bastante agresivas, y suelen consistir en descuentos o bonificaciones sobre el importe traspasado de entre el 1% y el 5% dependiendo de la entidad.
Ahora bien, en este tipo de promociones, es importante prestar especial atención a la letra pequeña. Estas bonificaciones exigen, en muchos casos, un compromiso de permanencia que puede hacerse muy cuesta arriba si el plan de pensiones no cumple con nuestras expectativas y puede que, incluso, el ahorro obtenido por los descuentos sobre el importe traspasado se acabe esfumando.
Un plan más adaptado a tus circunstancias y necesidades personales
La razón fundamental por la que el beneficiario de un plan de pensiones decide traspasar sus derechos consolidados no es tanto por disfrutar de una determinada bonificación (que también), sino por contratar un nuevo plan que se adapte a sus nuevas circunstancias personales. Para comprobar este extremo es conveniente analizar la política de inversión del fondo de pensiones y los datos de rentabilidades históricas para hacer un ejercicio de comparación y verificar si se ajusta a nuestras necesidades y expectativas.
Cuando somos jóvenes, nuestra aversión al riesgo es menor al ver nuestra jubilación muy alejada en el tiempo; sin embargo, conforme envejecemos, nos volvemos más prudentes y solemos decantarnos por planes de pensiones menos arriesgados o, incluso, garantizados que, aunque no proporcionen una atractiva rentabilidad, al menos sabemos que aseguran nuestros ahorros.
Hay que tener en cuenta que nuestra psicología influye mucho sobre nuestras decisiones de inversión. Si no tomamos las decisiones que consideramos mejor en cada momento, lo más seguro es que no estemos cómodos con ese producto, lo que puede hacer que acabemos perdiendo dinero en la operación.
Y sin perder el resto de los beneficios de los planes de pensiones
Pero ¿tiene alguna desventaja el traspaso de un plan de pensiones? A priori, no. El traspaso no afecta en ningún caso a las ventajas fiscales de las que gozan los planes de pensiones, y no está sujeto a ningún tipo de retención. Tampoco lleva asociado ningún gasto o coste adicional, con la excepción de aquellos que incluya la gestora explícitamente por las garantías de seguro de los riesgos o prestaciones del plan y la tributación que se aplica sobre los regalos en metálico o en especie.
En cualquier caso, y con la excepción de algunos contratos que exigen determinada permanencia para poder beneficiarte de la bonificación, el traspaso es una posibilidad que brinda total libertad al partícipe, ya que le permite cambiar de entidad o gestora si está descontento o movilizar parte de sus ahorros a otros productos si desea diversificar sus inversiones con el fin de llegar con mayores garantías al momento de su jubilación.