¿Qué es más conveniente, renta o capital para mi plan de pensiones?
Cuando llega el momento de la jubilación y se quiere rescatar un plan de pensiones, se puede hacer de dos maneras: en forma de renta o de capital. La diferencia entre ambas opciones es relevante, sobre todo por la diferente manera de pagar impuestos que suponen. ¿Cómo me conviene rescatar mi plan de pensiones?
Rescatar un plan de pensiones en forma de capital
Rescatar un plan de pensiones en forma de capital supone convertir en dinero líquido el importe total del plan. Por tanto, se trata de una renta del ahorro pero que deberá tributar como parte de la base imponible general, es decir, a un tipo de entre el 20 y el 45% para los rescatados en el ejercicio 2015.
Normalmente, rescatar el plan de pensiones en forma de capital supone un importante ingreso en un único ejercicio, lo que lleva a pagar una alta cantidad por impuestos porque sube el tipo impositivo y, por tanto, puede hacernos cambiar de tramo. Tras la última gran reforma fiscal que afectó a los planes de pensiones, aunque estos tipos se hayan reducido, el tipo máximo supone pagar un 45%, todo un pico.
Rescatar un plan de pensiones en forma de renta
Rescatar un plan de pensiones en forma de renta supone pactar con la entidad donde esté contratado la forma de recibir el capital. Puede ser en forma de pago de una renta periódica durante un período de tiempo, o de una renta vitalicia.
Lo mejor de esta opción es que tiene un menor impacto en el impuesto sobre la renta, lo que significa que el pago de los impuestos correspondientes se distribuirá entre varios ejercicios. Si se dispone de una buena pensión de jubilación estatal, el plan de pensiones rescatado en forma de renta puede ser una vía para complementar los ingresos y así disponer de una cantidad de dinero que permita vivir bien a partir del día de la jubilación.
Entonces, ¿cómo me conviene rescatar mi plan de pensiones?
En resumidas cuentas, si se dispone de una buena pensión de jubilación y no se necesita una gran cantidad de capital en el momento de la jubilación, es recomendable rescatar el plan de pensiones en forma de renta distribuida en diferentes períodos, con el objetivo de limitar el impacto fiscal en un único ejercicio.
En caso de que se necesite una importante cantidad de capital en el momento de la jubilación, por ejemplo, para aportar en el cierre de un negocio o hacer frente al pago de una deuda, o porque no se dispone de una buena pensión de jubilación, está la opción de rescatar el plan de pensiones en forma de capital. Esta vía supone hacer líquido el plan, a costa de pagar más impuestos.
El resultado dependerá del caso de cada persona, en función de cuando haya empezado a aportar al plan y de la cantidad de dinero aportada. Cada persona deberá elegir la opción que más le interese en el momento de su jubilación, contando con un buen asesoramiento fiscal porque el escenario puede cambiar con la evolución de la legislación tributaria, por lo que también hay que ser conscientes de que la forma ideal de rescatar un plan de pensiones puede ser diferente con el paso del tiempo.