Todo sobre los principales ratios financieros de tu empresa
Los ratios financieros son indicadores que te permiten ¡Analizar la evolución de tu empresa, compararla con otras del mismo sector o detectar posibles problemas o áreas de mejora.
Además, los ratios financieros son imprescindibles para presentar tu proyecto a inversores, bancos o clientes potenciales, ya que muestran de forma sintética y objetiva la viabilidad y el potencial de tu negocio.
¿Qué son los ratios financieros?
Los ratios financieros son divisiones que relacionan dos o más magnitudes contables como, por ejemplo: el pasivo con el patrimonio neto, el activo con el beneficio, entre otros.
Tipos de ratios financieros
Existen muchos tipos de ratios financieros, según el aspecto que se quiera evaluar. A continuación, te explicamos los más importantes y cómo interpretarlos.
Ratios de liquidez
Los ratios de liquidez miden la capacidad de tu empresa para hacer frente a sus obligaciones de pago a corto plazo, es decir, las que vencen en menos de un año. Estos ratios te indican si tu empresa dispone de suficiente dinero en efectivo o activos líquidos para cubrir sus gastos corrientes.
Los principales ratios de liquidez son:
- Ratio de liquidez o de activo corriente: se obtiene al dividir el activo corriente entre el pasivo corriente. Este ratio mide la proporción de activos que se pueden convertir en dinero en menos de un año frente a las deudas que vencen en ese mismo plazo. Un valor óptimo de este ratio es que sea superior a 1, lo que significa que tu empresa puede pagar sus deudas a corto plazo con el activo líquido que tiene.. Un valor inferior a 1 indica que tu empresa tiene problemas de liquidez y puede tener dificultades para pagar sus deudas.
- Ratio de tesorería o prueba ácida: se obtiene al restar las existencias al activo corriente y dividir el resultado entre el pasivo corriente. Este ratio es más exigente que el anterior, ya que excluye las existencias, que es el activo menos líquido. Un valor óptimo de este ratio es que sea cercano a 1, lo que significa que tu empresa tiene suficiente dinero en efectivo y derechos a cobrar a corto plazo para cubrir sus deudas a corto plazo. Un valor inferior a 1 indica que tu empresa depende de sus existencias para pagar sus obligaciones, lo que puede ser arriesgado si no se venden rápidamente.
- Ratio de caja o liquidez inmediata: se obtiene al dividir el dinero en efectivo y los equivalentes de efectivo entre el pasivo corriente. Este ratio es el más estricto de todos, ya que solo considera los activos que son efectivo o se pueden convertir en efectivo de forma inmediata. Un valor óptimo de este ratio es que sea cercano a 0,5, lo que significa que tu empresa tiene la mitad de sus deudas a corto plazo cubiertas con dinero en efectivo. Un valor inferior a 0,5 indica que tu empresa tiene una escasa disponibilidad de efectivo y puede tener problemas de liquidez.
Ratios de endeudamiento
Los ratios de endeudamiento miden el grado de apalancamiento (o deuda) de tu empresa, es decir, la proporción de recursos financieros que provienen de fuentes externas, como préstamos, créditos o emisiones de deuda o internas (fondos propios o capital social).
Estos ratios indican si tu empresa tiene una estructura financiera equilibrada y sostenible, o si por el contrario, está asumiendo un nivel de deuda excesivo que puede comprometer su rentabilidad y su continuidad.
Los principales ratios de endeudamiento son:
- Ratio de endeudamiento o deuda total: se obtiene al dividir el pasivo total entre el el patrimonio neto o los fondos propios Pone de manifiesto qué cantidad de deuda asume nuestra empresa en relación con los fondos propios que aporta (capital social, reservas, etc.). El valor ideal debe oscilar entre 0,4 y 0,6, es decir, que por cada cada 0,4 o 0,6 euros que asumimos de deuda tenemos 1 euro de financiación propia.
- Ratio de deuda: se obtiene al dividir el pasivo total entre el activo total. Nos da la proporción de deudas, tanto a corto como a largo plazo, que podemos afrontar con la totalidad de nuestro activo.
Ratios que reflejan la capacidad de afrontar las deudas
Estos ratios indican si tu empresa tiene una situación financiera sólida y estable, o si por el contrario, está comprometiendo su futuro con una deuda insostenible.
Los principales ratios de solvencia son:
- Ratio de cobertura del servicio de la deuda o DSCR: se obtiene al dividir el beneficio antes de intereses e impuestos (BAII) entre el pago anual de la deuda (intereses y amortización). Este ratio mide la capacidad de tu empresa para generar beneficios suficientes para cubrir el servicio de la deuda (deuda más intereses). Un valor óptimo de este ratio es superior a 1, lo que significa que tu empresa genera más beneficios que los que necesita para pagar la deuda. Un valor inferior a 1 indica que tu empresa no genera beneficios suficientes para pagar la deuda y puede entrar en situación de impago.
- Ratio de cobertura de intereses o TIE: se obtiene al dividir el beneficio antes de intereses e impuestos (BAII) entre los gastos financieros (intereses). Este ratio mide la capacidad de tu empresa para generar beneficios suficientes para cubrir los intereses de la deuda. Un valor óptimo de este ratio es superior a 3, lo que significa que tu empresa genera más de tres veces los beneficios que los que necesita para pagar los intereses. Un valor inferior a 3 indica que tu empresa tiene una baja capacidad para pagar los intereses y puede tener problemas de liquidez.
Otros ratios financieros relevantes
Además de los ratios anteriores, existen otros ratios financieros que te pueden ayudar a evaluar otros aspectos de tu empresa, como la rentabilidad, la eficiencia o el crecimiento.
Algunos de estos ratios son:
Ratio de rentabilidad sobre ventas o margen neto: se obtiene al dividir el beneficio neto entre las ventas. Este ratio mide el porcentaje de beneficio que tu empresa obtiene por cada venta. Un valor óptimo de este ratio depende del sector y del tipo de empresa, pero en general, se considera que un valor superior al 10% es bueno, lo que significa que tu empresa tiene un buen nivel de rentabilidad. Un valor inferior al 10% indica que tu empresa tiene un bajo margen de beneficio y puede tener problemas para cubrir sus costes.
- Ratio de rentabilidad sobre activos o ROA: se obtiene al dividir el beneficio neto entre el activo total. Este ratio mide el rendimiento que tu empresa obtiene por cada unidad de activo que posee. Un valor óptimo de este ratio depende del sector y del tipo de empresa, pero en general, se considera que un valor superior al 5% es aceptable, lo que significa que tu empresa utiliza eficientemente sus activos para generar beneficios. Un valor inferior al 5% indica que tu empresa tiene una baja productividad de sus activos y puede tener problemas para crecer.
- Ratio de rentabilidad sobre recursos propios o ROE: se obtiene al dividir el beneficio neto entre el patrimonio neto. Este ratio mide el rendimiento que tu empresa obtiene por cada unidad de capital propio que invierte. Un valor óptimo de este ratio depende del sector y del tipo de empresa según los objetivos que se hayan marcado las empresas..
- Ratio de rotación de inventario: se obtiene al dividir lasventas del período entre el inventario medio. Este ratio mide la velocidad con la que tu empresa vende su inventario, es decir, el número de veces que renueva su stock en un periodo determinado. Un valor óptimo de este ratio depende del sector y del tipo de empresa, pero en general, se considera que un valor alto es favorable, lo que significa que tu empresa tiene una buena gestión de su inventario y una alta demanda de sus productos. Un valor bajo indica que tu empresa tiene un exceso de inventario y una baja demanda de sus productos, lo que puede generar costes de almacenamiento y obsolescencia.
- Ratio de crecimiento de ventas: se obtiene al dividir las ventas del período actual entre las ventas del periodo anterior. Este ratio mide el porcentaje de aumento o disminución de las ventas de tu empresa en un periodo determinado. Un valor óptimo de este ratio depende del sector y del tipo de empresa, pero en general, se considera que un valor positivo es favorable, lo que significa que tu empresa está creciendo y ampliando su mercado. Un valor negativo indica que tu empresa está decreciendo y perdiendo cuota de mercado, lo que puede afectar a su rentabilidad y competitividad.
Para gestionar tu empresa de forma eficiente, es importante que conozcas los principales ratios financieros que indican cómo está funcionando tu negocio y qué margen de mejora tienes. Pero no te quedes solo con los números, ya que hay otros factores que también influyen en el éxito de tu empresa, como la calidad de tus productos o servicios, el grado de satisfacción de tus clientes o la innovación de tus procesos.
Además, debes tener en cuenta los riesgos que pueden afectar a tu actividad, como una baja laboral o un siniestro en tu local.
Estos riesgos pueden suponer una pérdida de ingresos, una interrupción de tu actividad o una reclamación de terceros. Por eso, te recomendamos que complementes el análisis financiero con una visión global y estratégica de tu empresa, que te permita anticiparte a los cambios del mercado y aprovechar las oportunidades de crecimiento.
Para ello, contrata un seguro de baja laboral para autónomos que te garantice un pago en caso de que no puedas trabajar por una enfermedad o un accidente, y un seguro para negocios que te ofrezca una cobertura integral para tu local, tu maquinaria, tu mercancía y tu responsabilidad civil.
Así, podrás centrarte en lo que realmente importa: tu negocio.