¿Cubre el seguro de hogar mi jardín?
El jardín es un elemento que no es común para muchos tipos de vivienda, pero que suele ser importante para los propietarios que sí lo disfrutan. Esto hace que se desconozca si los seguros de hogar cubren los jardines o no. Y no, no es una cobertura fuera de nuestro de hogar, sino que forma parte del mismo.
Cómo conocer las coberturas
Al ser un elemento que no tienen todas las viviendas suele hacer que las coberturas de los seguros sean muy variables; en algunos casos, sólo se tengan las que son muy básicas siendo opcional aumentar las mismas. Por todo esto, antes de contratar nuestro seguro, debemos revisar muy bien las coberturas de este elemento, tanto en continente como en contenido.
Será importante cubrir los riesgos que puedan afectar tanto a nuestros elementos fijos (continente) como al mobiliario u otros enseres que contenga (contenido). Dependiendo de la importancia y el valor de cada elemento debemos prestar más o menos atención a cada uno de estos.
Cobertura del jardín en un chalé
El caso más habitual es el jardín en un chalé. El crecimiento de este tipo de viviendas ha llevado a que incluso haya seguros específicos para este tipo de inmuebles. Eso sí, las diferencias que podemos encontrarnos son tan importantes como es la diversidad de vivienda.
Así, es muy distinto un pequeño jardín de una vivienda adosada que de otra que sea individual de mayor tamaño. Esta diferencia de metros cuadrados hace que el valor del continente sea distinto, pero puede que sea aún más importante la diferencia en el contenido. Tener, por ejemplo, un mobiliario de jardín más caro, aunque este tenga una superficie menor, nos debe llevar a una mayor cobertura por este incremento del valor del contenido.
Qué tengo que valorar y qué necesito que me cubra
Fíjate muy bien en las coberturas de tu seguro del hogar y si esta incluye todos los riesgos que puede suceder en el jardín. A partir del mismo, calcular la cobertura del continente no es complicado, ya que se determina principalmente por los metros cuadrados que tenga el jardín y cómo está estructurado (si tiene césped, otras plantas, árboles, etc.). A este valor del continente hay que añadir otras estructuras fijas que puede tener nuestro jardín como son los toldos o las celosías. Hay que tener en cuenta el coste de reposición (volver a reconstruir las mismas), de todos estos elementos para determinar la cobertura del continente.
Con respecto al contenido, tenemos dos grandes grupos de elementos. Por un lado, los que son elementos de uso u ornamentales (muebles, sillas...) y, por otro, los utensilios que se utilizan para el mantenimiento del mismo y que se almacenan normalmente dentro del jardín, aunque sea en una estructura fija como una caseta. En este paso, hay que considerar el valor de reposición de todos estos elementos y que se refleje adecuadamente en el contenido.
Seguro de responsabilidad civil para mascotas en un hogar con jardín
En un hogar con jardín, es común tener mascotas que disfruten de pasar tiempo al aire libre. Sin embargo, también es importante considerar los posibles riesgos que esto puede conllevar. Si causara daños a la propiedad de un vecino o, aún peor, a alguien que se encuentre en tu propiedad, podrías enfrentarte a importantes responsabilidades legales y financieras. Por esta razón, es fundamental contar con un seguro de responsabilidad civil para mascotas que te proteja en caso de cualquier eventualidad. Asegúrate de revisar las coberturas específicas de tu póliza y de entender qué situaciones están cubiertas y cuáles no. De esta forma, podrás disfrutar de tu jardín y de tus animales de compañía con total tranquilidad.
Riesgos habituales en una casa con jardín
Los riesgos habituales principales son dos. El primero, el derivado de daños meteorológicos: viento, las tormentas o el granizo pueden causar daños importantes a nuestro jardín y su mobiliario que lleven a su reconstrucción o sustitución de elementos.
El segundo está en la sustracción de elementos que se encuentran o están almacenados en el jardín. En este caso, debemos prestar mucha atención a las coberturas y derivado de esta, poner en muchos casos especial cuidado en su protección. Puede que nuestra póliza sólo cubra el robo, y, por tanto, que se haya cometido un acto de violencia para llevarse el elemento de nuestra propiedad. Por el contrario, puede que también cubra el hurto, es decir, apoderarse del elemento sin mediar violencia.
Esto puede hacer que, si dejamos nuestro cortacésped sin guardar y es robado, no esté cubierto por nuestro seguro, y que sí lo esté si, por ejemplo, lo tenemos en su caseta cerrada y se fuerce su puerta para llevárselo. Por todo esto, es conveniente revisar bien la póliza y apostemos seguros con las más amplias coberturas para cubrir cualquier tipo de riesgo.