Los inquilinos pueden asegurar su hogar y es recomendable.
El seguro del hogar es también para las personas que viven de alquiler. No tener una hipoteca y usar una vivienda para vivir que no sea propia no significa que no exista responsabilidad sobre la misma. No asegurar un incendio, un robo, un accidente o cualquier otra situación de riesgo que se pueda producir puede provocar graves problemas no solo al propietario, sino también al inquilino de la vivienda.
La responsabilidad del inquilino sobre la vivienda en alquiler
Un inquilino tiene responsabilidad sobre la vivienda que ocupa. Aunque no sea el propietario, hay un contrato que da derecho a habitarla, al mismo tiempo que le confiere una serie de obligaciones.
Entre estas obligaciones está la de conservar en buen estado la vivienda, cosa que depende en parte de él, en parte del propietario, y en parte de una serie de situaciones inevitables que se pueden producir, dado que siempre existen riesgos. Por ejemplo, existe el riesgo de que un incendio o una inundación causada por el inquilino puedan estropear los enseres (contenido) y los elementos estructurales (continente) de la casa y, si esto sucediera, la responsabilidad de reparar los daños recaería sobre el inquilino y no sobre el propietario de la vivienda.
¿Qué pasaría si la casa dónde vives de alquiler sufre un percance y de la noche a la mañana tienes que hacer frente a los gastos de reparación y sufragarlos de tu bolsillo? Sí, puede ser un palo muy fuerte para el presupuesto del hogar pero, por suerte, hay solución y se llama seguro del hogar.
La solución: el seguro del hogar para la vivienda de alquiler
La solución para muchos de los problemas que se puede encontrar un inquilino en su vivienda en régimen de alquiler es el seguro del hogar. El seguro del hogar también sirve para que el inquilino se cubra en caso de que el propietario de la vivienda no pueda hacerse cargo de los gastos en caso de siniestro.
A poco daño que se haya producido dentro de la vivienda, la cuantía que puede suponer reparar cualquier elemento del continente y reponer el contenido dañado, es fácil que suponga una factura de tres ceros o incluso más. Además, si el propietario no dispone de fondos para hacer frente a su responsabilidad, un seguro contratado por el inquilino puede ser la solución para que este salga del paso, al menos de forma temporal, y no se demore la solución a su problema.
El seguro del hogar del inquilino, además, sirve para que sus bienes estén protegidos y no pierda sus pertenencias más importantes en caso de robo, incendio, inundación, o cualquier otro riesgo existente que quede cubierto por la póliza.
En definitiva, si eres de los que piensa que el seguro de hogar no es un producto pensado para ti por vivir en régimen de alquiler, estás muy equivocado. Conviene recordar que, aunque solo sea por nuestras pertenencias personales, es importante estar cubiertos y tranquilos ante cualquier contingencia que pueda poner en riesgo parte o la totalidad de su valor.