¿Qué pasa si mi seguro de empresa cambia de aseguradora?
Es frecuente que las empresas ofrezcan a sus empleados el pago de diversos seguros (de vida, de salud, del hogar, entre algunos otros) como parte de su salario o dentro de los programas de compensación flexible. De esta manera, salen ganando tanto la empresa como el trabajador, dado que se consiguen beneficios derivados de la negociación de contratos de seguros globales y por la fidelización que se consigue para el trabajador, siendo una barrera más para evitar que decida cambiar e irse a trabajar a otra parte.
Una de las dudas que surgen en seguros de empresa tiene que ver con aquellos casos de cambio de compañía aseguradora y, por tanto, firma de una nueva póliza. Pero, ¿qué impacto tiene para los trabajadores un cambio de compañía aseguradora en su seguro de empresa?
Cambiar de compañía aseguradora el seguro de empresa, ¿cómo afecta al trabajador?
Lo primero que tienen que tener en cuenta los trabajadores es que la póliza está vigente hasta la fecha que se indica en el contrato, lo que significa que el cambio de compañía y entrada en vigor de una nueva póliza debe anunciarse con antelación suficiente para que haya tiempo de tramitar y gestionar el cambio.
Desde la fecha de inicio de vigencia de la póliza del nuevo seguro, será la compañía firmante la que se hará cargo de los posibles siniestros que surjan. Esto significa que antes de tal fecha, el asegurado tendrá que recibir toda la documentación del seguro y ser informado de los pasos que tiene que seguir en caso de siniestro. Por ejemplo, cómo y en qué condiciones debe comunicar a la compañía un siniestro en el hogar para recibir la compensación correspondiente.
Es importante que este cambio se realice con agilidad en todos los tipos de seguros, sobre todo en los que requieren una identificación como asegurado, como es el caso de los seguros de salud, para que los beneficiarios puedan recibir las prestaciones en tiempo y forma.
Más allá de los trámites administrativos y de gestiones relativas al cambio del seguro, es muy importante que el asegurado revise la póliza y tenga en cuenta las posibles variaciones existentes que le afectan. Especialmente se debe prestar atención a puntos relevantes, como los siguientes:
- Capitales cubiertos: por fallecimiento, por enfermedad, por siniestro del hogar, etc. para saber si, realmente, el nuevo seguro da una respuesta a lo que realmente se necesita y poder evaluar si merece la pena ampliar la cobertura con un seguro adicional particular. Otro punto adicional es el de asegurar que el capital asegurado en el seguro del hogar es coherentes con la valoración real de los bienes existentes, para evitar situaciones de infraseguro.
- Riesgos asegurados: conocer los riesgos asegurados, sirve para tener claro qué se tiene cubierto y qué no, evitando sorpresas desagradables en caso de que suceda un problema y no sea considerado un siniestro por no estar contemplado en la nueva póliza.
- Beneficiarios: hay que revisar si están todos recogidos en la póliza y actualizar los datos que fueran precisos, para tener los seguros al día y garantizar que no hay ninguna incompatibilidad con las condiciones marcadas en la póliza.
- Procedimientos en caso de siniestro: cada compañía de seguros tiene sus propios procedimientos para tramitar los siniestros y autorizar las compensaciones o prestaciones recogidas en la póliza. Es importante revisarlos y tener a mano teléfonos y vías de contacto, sobre todo para los seguros que más se puedan usar en el día a día.
- Condiciones especiales: algunas pólizas recogen condiciones especiales para excluir determinados riesgos de la cobertura de la póliza, por lo que hay que prestar especial atención a los que pueda contemplar. Por ejemplo, preexistencias de enfermedades y lesiones en el seguro de vida o de salud; o determinados tipos de bienes en el seguro del hogar.
En conclusión, el cambio de seguro de empresa no debería suponer un dolor de cabeza para los trabajadores, ya que lo más frecuente es que el resultado de un cambio de estas características no pase de un cambio de hábitos e incluso la mejora de las condiciones de la póliza. No debe dejarse pasar la oportunidad de revisarla a fondo y entenderla bien para comprender el alcance de los cambios, evitar sorpresas desagradables, determinar si se necesita algún seguro adicional y saber a qué nuevas coberturas a las que se tiene derecho.