España es un país de contrastes climatológicos y variaciones meteorológicas en ocasiones muy bruscas. Aunque nuestro clima sea bastante benigno, no le faltan grandes nevadas invernales, tormentas acompañadas muchas veces de rayos y granizo, y por supuesto, lluvias torrenciales.
Contratar un seguro multirriesgo del hogar debe ser siempre una opción fundamental para tener la completa seguridad de poseer todas las coberturas para tu vivienda y el contenido de la misma. Eso no quita que sea la compañía quien tenga que indemnizar siempre. Existen muchos casos en los que será un tercero, o su seguro, quienes se hagan cargo de la reparación de un siniestro. Por ejemplo, si es una bajante de la comunidad de propietarios, será esta la responsable.
Cuando se viaja por placer o por trabajo, hay que ser consciente de que existen riesgos que se pueden materializar y, en algunos casos, convertir en un problema, de tal manera que el tiempo que se iba a dedicar a descansar o a los negocios, pueda transformarse en algo bien distinto. Un riesgo que siempre está presente es el de accidente, que puede surgir por multitud de situaciones desencadenantes pero que, en según qué tipo de viajes, conviene cubrir o no.
Una de las épocas donde más incidentes relacionados con los daños eléctricos se registran dentro de nuestro hogar es en Navidad como consecuencia de la instalación de las luces, pero no es el único. A lo largo de todo el año, pueden existir accidentes domésticos relacionados con ello.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de contratar un seguro de hogar es saber qué es lo que entra dentro de la póliza, cuáles son sus elementos más importantes. Aunque parezca irrelevante, tiene una importancia capital para los asegurados.
Hace unos meses, la Asociación de Entidades de Seguros ICEA publicó los datos sobre la distribución de las diferentes intervenciones que se habían realizado en el año 2016 en viviendas donde se tenía contratado un seguro de hogar. De nuevo, y en una proporción que apenas ha cambiado en los últimos años, las actuaciones más frecuentes son por siniestros producidos por daños por agua, con un 30,1%. Sin embargo, la segunda de ellas no es producida por un accidente o rotura, sino que es por servicios de asistencia en el hogar, con un 21,5%. Aunque parezca sorprendente, lejos quedan otro tipo de siniestros como los que se producen por rotura de cristales (15,8%), daños eléctricos (9,2%), o robo (5,7%).
Aunque los robos con fuerza en domicilios hayan disminuido de forma considerable en el primer semestre del 2017 con respecto al mismo periodo de 2016, en concreto un 11,8% según las estadísticas de criminalidad que publica del Ministerio del Interior, este tipo de delito sigue estando entre los más importantes. En concreto, en estos seis primeros meses del 2017, se han producido 50.939 de este tipo de robos.
Son muchas las personas que tienen una segunda vivienda en propiedad sin alquilar, simplemente con el fin de pasar allí una semana en verano o un fin de semana en cualquier momento del año. Otras, en cambio, pueden utilizarse durante más tiempo porque esté cercana a su residencia habitual. Cualquiera de ellas tienen un elemento común: dado que no se reside en las mismas de forma habitual, hay más riesgos, que se pueden paliar gracias a un seguro del hogar.