A partir del mes de enero de 2015, todos los trabajadores verán un aumento de sueldo en su nómina mensual. Este incremento no viene motivado ni por un aumento de nuestra productividad ni por una subida de la inflación. En realidad, lo que ha sucedido es que, a partir de enero, bajan los impuestos y más concretamente, el IRPF, para todos los contribuyentes españoles.