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El Blog de Nationale-Nederlanden

La mayoría de nosotros, cuando tenemos que elegir uno u otro producto para rentabilizar nuestros ahorros, solemos tomar la decisión teniendo en cuenta en una serie de elementos comunes a todos ellos: su rentabilidad esperada, el riesgo y su liquidez. Sin embargo, pocas veces solemos prestar atención a un aspecto tan fundamental como es el de su fiscalidad.

​Cualquier época del año es buena para leer y reflexionar sobre nuevos temas. También para plantearse nuevos objetivos al futuro. Si ya habíamos hablado de los trece mejores libros para ahorrar, en esta ocasión, te dejamos los nueve libros que te interesan leer si quieres invertir como los expertos.

​Los bonos diferidos son productos financieros de renta fija​ en los que se fija un período inicial de tiempo durante el cual el inversor no recibe ningún pago en concepto de intereses (o cupones). Una vez cumplido el plazo fijado, se paga el primer cupón, que suele tener un importe equivalente al interés simple devengado.

​​La inversión en deuda pública ha sido tradicionalmente uno de los activos de renta fija con mayor acogida entre los inversores minoritarios y los institucionales. No es un producto de renta fija más, ya que en algunas circunstancias de volatilidad de mercado e incertidumbre, se considera como un activo refugio en el que los inversores colocan sus capitales.

​​​​La rentabilidad de los depósitos sigue bajando​ y su media ya ​se sitúa ya por debajo del 0,60%, incluyendo los plazos más elevados de hasta 24 meses. Esta tendencia no va a cambiar a medio plazo, lo que provoca que el instr​um

La mayor parte de personas, especialmente las más jóvenes, ven la jubilación demasiada lejana, o bien confían en su pensión pública para disfrutar de un retiro sin problemas económicos. Los más previsores, en cambio, deciden ​que ha llegado el momento de abrirse un plan de pensiones y aportar una cantidad fija mensual que, además, es deducible a la hora de presentar la Declaración de la Renta.

¿Qué es un activo seguro? Aunque parezca que la respuesta es sencilla, no lo es. Aunque parece evidente pensar que un activo seguro debe garantizar el 100% de la inversión o, dicho de otro modo, que el capital inicial se mantenga sin pérdidas, las diferencias entre uno y otro producto o instrumento financiero son muy grandes. El semáforo de la inversión, que resume visualmente y con datos, a priori sencillos, las características de los determinados productos financieros, sirve de gran ayuda, pero debemos interpretar bien los datos y adecuarlos a lo que buscamos. ¿Cómo lo hacemos? Muy sencillo, con un simple método que se basa en preguntar qué buscamos en la inversión y cómo podemos adaptarla a nuestro perfil.

Las Sociedades de Inversión de Capital Variable (más conocidas por sus siglas, SICAV) son un instrumento de inversión colectiva con una serie de requisitos mínimos que le han convertido en una de las mejores formas de inversión para las grandes fortunas: tiene que estar constituida con un capital de, al menos, 2,4 millones de euros y 100 partícipes. 

22/08/2016

Levantarte, coger el micrófono y poder tomar decisiones importantes sobre la empresa en la que tienes invertido tu dinero. Aunque sea una vez al año y aunque tengas que cumplir ciertos requisitos, si quieres, puedes hacerlo. Si eres accionista de una compañía tienes derecho a acudir a su Junta General y