La decisión de jubilarse o no para un autónomo no es tarea sencilla. La razón principal es puramente económica. La pensión media del trabajador autónomo en 2017 era de 708,55 euros, un 40% menos que lo que perciben de media (1.205,23) un jubilado asalariado. La razón está en lo que estos trabajadores pagan mensualmente como cotización a la Seguridad Social. Para muchos, esta cotización que el trabajador abona en su totalidad (en el caso del trabajador asalariado, es la empresa quien asume la mayor parte) es elevada, lo que lleva a que se opte por la base de cotización mínima. El 86% de los autónomos cotiza por la base mínima, es decir, para tener unos derechos económicos de 919,20 euros al mes (base de cotización mínima de 2017), por la que tendrán que pagar una cuota mensual de poco más de 274 euros mensuales. Este porcentaje de cotizantes de base mínima se dispara hasta el 90% para lo que llevan menos de 5 años dados de alta y para aquellos autónomos menores de 50 años.