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El Blog de Nationale-Nederlanden

Para tener a los mejores hay que dar lo mejor y, aunque parezca mentira, la excelencia no reside sólo en un buen sueldo. Hay otras formas de incentivar a los trabajadores más allá de un salario atractivo. Aquellas empresas que quieren retener talento ofrecen otro tipo de incentivos como formación continua, poder trabajar desde casa, guardería en el centro de trabajo... y algo poco común en nuestro país aunque cada vez más en auge: un seguro de jubilación.

Nos dicen que el sistema de pensiones de la Seguridad Social ya no es sostenible y que las pensiones futuras pueden sufrir algún tipo de recorte en los próximos años. Con independencia de que esta situación se vaya a producir o no en el futuro, lo cierto es que la mayor parte de los expertos aconseja empezar a aportar dinero a un plan de ahorro para la jubilación; y si puede ser cuanto antes, mejor que mejor.

​Juntos, pero no revueltos. El coworking, en su traducción al castellano co-trabajo, pone en práctica esta expresión. Nacido hace apenas una década en EEUU, el coworking consiste en que varios profesionales independientes, emprendedores o pymes de diferentes sectores y actividades compartan un mismo espacio de trabajo. Una nueva forma de trabajar para los autónomos -aquellos que para su día a día solo necesitan de un portátil, una conexión a Internet y un teléfono- que tiene que ver mucho con esa nueva tendencia llamada consumo colaborativo.

​Los trabajadores en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) deben elegir una base de cotización sobre la que pagarán la cuota de la Seguridad Social que les corresponde por su actividad. La base de cotización es una estimación del sueldo teórico que el autónomo estima que va a tener y su cuantía es la que determina las prestaciones que el autónomo podrá recibir en caso de desempleo, baja por accidente, por enfermedad y cuando llegue el momento de su jubilación.

​La reforma fiscal que entró en vigor en el mes de enero tiene novedades muy importantes para la mayor parte de los contribuyentes, incluyendo algunos colectivos como los trabajadores autónomos que se beneficiarán de las novedades impositivas que introduce esta reforma.

​Algo ha cambiado en tu nómina si disfrutas de parte de tu salario en especie. El Gobierno aprobó el pasado julio una medida, ya en vigor, que obliga a las empresas a cotizar por el salario en especie. Así pues, los vales de comida, las ayudas a la guardería, el uso de un vehículo, seguros de salud, los bonos para el transporte, etc. toda aquella remuneración que se recibe en servicios, bienes o productos y no en dinero, ha pasado a integrar las bases de cotización.