Asegurar o complementar la jubilación de tus empleados ante un futuro incierto en cuánto a que percibiremos con nuestra pensión pública es en muchos aspectos beneficioso para empresa, empleados y en la relación entre ambos.
Dentro del gran abanico de productos de previsión para nuestra jubilación, uno de los más desconocidos son los Planes de Previsión Social Empresarial (también conocidos por sus siglas PPSE). Como su propio nombre indica, se trata de un producto de previsión que parte de la empresa, que es quien realiza las aportaciones al plan, de forma análoga a los Planes de Pensiones de Empleo pero, a diferencia de estos, se instrumentalizan a través de un seguro colectivo de la empresa en favor de sus empleados.
"¡Por fin me han llamado! Es escuchar el sonido de mi móvil y un teléfono que no conozco, y ponerme a dar saltos de alegría. Hoy he cumplido el sueño de miles de españoles: tengo tres entrevistas de trabajo. Los puestos no son aún míos, sí, pero solo la esperanza de obtener un empleo ya es motivo más que suficiente para alegrarme". Este podría ser el relato de muchos españoles que buscan un empleo. Pero todavía queda un paso muy importante: luchar contra el resto de candidatos, demostrando que tú eres el mejor y convenciendo a tus entrevistadores que eres el candidato idóneo para el puesto.
Los Planes de Pensiones y los Planes de Previsión Empresarial son dos fórmulas de ahorro que nos sirven para poder asegurar unos ingresos a partir del momento de la jubilación, como complemento a los que se pudiera tener derecho por las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social. Pero, ¿cuál me interesa más de los dos tipos? ¿Un Plan de Pensiones o un Plan de Previsión Empresarial?
Enfrentarse a un folio en blanco nunca es tarea sencilla, pero se complica mucho más si lo que debemos dejar por escrito es nuestro currículum. Una presión que aumenta si tenemos presente que el reclutador de turno, que se enfrenta a una montaña de CV's sobre su mesa, tiene apenas unos segundos para decidir si el nuestro estará entre los elegidos.
El trabajo, la casa, los niños y, por si fuera poco, llevar una vida saludable practicando deporte. En más de una ocasión, habrás pensado que no eres esa clase de superhombre (o de supermujer) que puede llegar a todo y acaba desistiendo y pensando que no es posible conciliar la vida familiar y laboral.
Para tener a los mejores hay que dar lo mejor y, aunque parezca mentira, la excelencia no reside sólo en un buen sueldo. Hay otras formas de incentivar a los trabajadores más allá de un salario atractivo. Aquellas empresas que quieren retener talento ofrecen otro tipo de incentivos como formación continua, poder trabajar desde casa, guardería en el centro de trabajo... y algo poco común en nuestro país aunque cada vez más en auge: un seguro de jubilación.
Nos dicen que el sistema de pensiones de la Seguridad Social ya no es sostenible y que las pensiones futuras pueden sufrir algún tipo de recorte en los próximos años. Con independencia de que esta situación se vaya a producir o no en el futuro, lo cierto es que la mayor parte de los expertos aconseja empezar a aportar dinero a un plan de ahorro para la jubilación; y si puede ser cuanto antes, mejor que mejor.
Juntos, pero no revueltos. El coworking, en su traducción al castellano co-trabajo, pone en práctica esta expresión. Nacido hace apenas una década en EEUU, el coworking consiste en que varios profesionales independientes, emprendedores o pymes de diferentes sectores y actividades compartan un mismo espacio de trabajo. Una nueva forma de trabajar para los autónomos -aquellos que para su día a día solo necesitan de un portátil, una conexión a Internet y un teléfono- que tiene que ver mucho con esa nueva tendencia llamada consumo colaborativo.