Cuida tu cuerpo y ahorra dinero al mismo tiempo
Planificar bien nuestras finanzas personales es una forma de mirar por nuestra salud. Y mirar por nuestra salud también es un método infalible para gestionar adecuadamente nuestras finanzas personales. Os dejamos algunos consejos sencillos y fáciles de llevarlo a la práctica para llevarlo a cabo.
Hay que caminar en los desplazamientos cortos
Realizar los desplazamientos cortos a pie o, incluso en bicicleta, ayuda a nuestra salud cardiovascular y a luchar contra la obesidad, además de ser relajante. Nuestras finanzas también agradecen los ahorros en aparcamiento, gasolina o transporte urbano.
Es bueno comprar alimentos frescos y cocinarlos por nosotros mismos
El consumo de alimentos frescos es, en general, más saludable que, por ejemplo, el de los procesados o precocinados. Además, su precio también suele ser menor. Eso sí, para que podamos ahorrar, debemos acoplar la forma de cocinar a nuestras necesidades laborales. Por ejemplo, podemos preparar la comida para varios días en ratos libres o congelarla para cuando la necesitemos. El tupper también será un gran aliado si necesitamos desplazarnos.
Es malo abusar del aire acondicionado o la calefacción
El empleo excesivo de aire acondicionado y calefacción es un feroz enemigo de nuestras finanzas personales, especialmente si vivimos en lugares con inviernos muy fríos o veranos muy calurosos. La ropa es nuestro aliado en esa guerra. Abrigándonos más en invierno y empleando prendas ligeras en verano conseguiremos ahorrar dinero y evitar los problemas de salud asociados, como los respiratorios o los oculares.
La actividad intelectual es muy necesaria
La actividad intelectual tiene efectos protectores frente al deterioro cognitivo que sufren muchas personas con la edad. Además, las personas con más inquietudes suelen tener mayor comprensión de cómo convivir con cualquier tipo de enfermedad que padezcan. Algo semejante pasa con las finanzas personales. Hacerse preguntas, buscar respuestas, leer, compartir experiencias, etc. son actitudes que nos hacen mejores consumidores, trabajadores, ahorradores, inversores, etc.
Limitar en todo lo posible el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y otras sustancias tóxicas
Salvo casos muy puntuales, como el efecto protector del corazón de un consumo muy moderado de vino, este tipo de sustancias, además de ser caras, suponen un riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, mentales, cáncer, etc.
La relajación es primordial
El exceso de presión emocional es malo para nuestra salud mental, pero también para la física y para el bolsillo. Construir unas finanzas personales equilibradas es el fruto de muchas decisiones acertadas. Para tomarlas en la dirección correcta es necesaria una cierta presión que nos motive, pero sobrepasados determinados límites es muy probable que elijamos mal.
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