¿La especulación es siempre mala? Descubre 5 beneficios

​Los riesgos y perjuicios de la especulación son bastante conocidos. Se derivan, fundamentalmente, de las pérdidas que se puedan generar (especialmente cuando estallan burbujas) y que, además, se pueden transmitir a todo el sistema financiero. Sin embargo, la especulación también tiene beneficios, como los que explicaremos en esta entrada.

La especulación contribuye a que lo que no funciona caiga más deprisa

Uno de los focos principales de atención de los especuladores es lo que no funciona. Se centran, por ejemplo, en esa empresa que ha tomado malas iniciativas o en un país cuya deuda pública o privada no es sostenible. En ese sentido, a diferencia de lo que generalmente se cree, los especuladores normalmente no crean las dificultades; estas ya existían sin sus decisiones.

En algunos casos, la especulación puede dificultar un camino de cambios lentos y progresivos. Si esos cambios no convencen a los especuladores, puede que sufra la moneda de un país, la cotización de las acciones de una empresa, el tipo de interés de la deuda pública o empresarial, etc. Los cambios bruscos en las cotizaciones pueden complicar procesos que, aunque largos, podrían ser viables.

Sin embargo, en muchos casos, evita todo lo contrario. Consigue que no se continúe por más tiempo una línea de actuación equivocada. Incluso antes de que actúen los especuladores, los responsables empresariales o políticos meditarán bien si merece la pena seguir en ese camino o tomar otras iniciativas.

La especulación es una oportunidad para amantes del riesgo

Hay inversores amantes del riesgo, que están dispuestos a asumir pérdidas significativas para tener algunas opciones de obtener grandes ganancias.

Existen inversiones arriesgadas que no tienen el carácter de especulativas. Un ejemplo de ello sería invertir a muy largo plazo en acciones de empresas pequeñas, en crecimiento, con muchos proyectos, pero poco asentados. Sin embargo, la especulación da muchas posibilidades a los amantes del riesgo, porque permite invertir en todo tipo de situaciones del mercado, tanto si se prevén problemas como un buen momento.

La especulación facilita encontrar con quién contratar

En los mercados financieros es fundamental que los compradores encuentren vendedores y viceversa con la mayor facilidad y de forma inmediata. Cuanto mayor sea el volumen de negociación, más sencillo será lograrlo, pues mayor es la liquidez de estos mercados.

La especulación eleva los volúmenes que se negocian no solamente por ser un motivo para hacer operaciones en los mercados financieros, sino también porque los especuladores realizan más operaciones que el resto de inversores.

La especulación favorece que haya una gama más amplia de instrumentos financieros

Ese mayor volumen de contratación hace posible que existan más alternativas de inversión para todo tipo de inversores. La posibilidad de realizar emisiones en los mercados depende, entre otros factores, de los costes de la emisión y, posteriormente, de los que suponen las compraventas de esos títulos.

Por ejemplo, algunas empresas tendrían más complicada su salida a bolsa sin especuladores, ya que sería costoso mantener los sistemas de negociación para que se efectúen pocas operaciones en cada sesión.

La especulación nos aporta señales sobre los precios

La existencia de especulación indica que hay quien valora un instrumento financiero por encima o por debajo de sus precios de mercado. Si el mercado no tuviese ninguna clase de imperfección, todo el mundo conocería toda la información y la manejaría correctamente.

Por tanto, la especulación nos alerta de que existen imperfecciones en los mercados financieros. Gracias a esas señales es más sencillo tomar decisiones para mejorarlos.