¿Por qué la FED sube tipos y el BCE los mantiene bajos?
La política monetaria a ambos lados del Atlántico nunca estuvo tan alejada. Por un lado, la Reserva Federal (FED), capitaneada por Janet Yellen, está subiendo los tipos de interés tras años a la baja; por el otro, el Banco Central Europeo (BCE) de Mario Draghi, los mantiene en mínimos, aunque ha descartado ya que los siga bajando próximamente.
Dos estrategias muy diferenciadas que tienen una lectura muy clara: las economías de ambas regiones caminan a velocidades distintas. Es decir, aunque ambas están en proceso de recuperación, la de Estados Unidos lleva una velocidad mayor que la europea, que se ha encontrado con más obstáculos que la americana para salir adelante tras la crisis.
Porque lo que estamos viendo en el BCE es lo que hizo antes la FED para sacar su economía del atolladero. Bajar los tipos de interés al mínimo es la estrategia más antigua de política monetaria para reanimar la actividad económica de un país, y es algo que ahora está utilizando Draghi para reanimar a la vieja Europa.
El por qué de la prudencia del BCE
Lo que está haciendo la Reserva Federal con esta gradual subida de tipos es quitar los estímulos que inyectó en su economía de manera gradual para sacarla de la crisis una vez que los principales indicadores (paro, inflación, consumo, construcción, etc) han vuelto a los niveles previos a la crisis.
Esto es algo que el BCE aún no puede permitirse. Porque en Europa la economía va a dos velocidades: los países del norte ya han salido de la crisis (si es que alguna vez la tuvieron) apoyados en su fuerte industria y su rico sistema empresarial, así como en sus envidiables políticas de bienestar, que les han servido para que la crisis apenas les roce.
Por su parte, los países del sur, entre los que nos encontramos, con el derrumbe del ladrillo y del crédito vimos cómo un ciclón pasaba por delante de nuestras narices sin poder hacer nada para contenerlo. De modo que ahora, con el sector servicios en cabeza, la recuperación se va fraguando a fuego (muy) lento y con contratiempos, pues el Brexit ha sido uno de los principales motivos de que el BCE mantenga la cautela.
Por ello, por ahora Draghi y su equipo van a seguir manteniendo los estímulos a la economía europea con el objetivo de afianzar la recuperación. Porque ya han avisado de que esta política va a ser bastante duradera, a pesar de que Yellen ya tenga los tipos por encima del 1%.
Así, la política monetaria de las dos regiones más importantes del mundo converge cuando ya se han cumplido 10 años del ‘crash’ económico. Una crisis que desbarató los avances de muchas sociedades y que costará mucho volver a recuperar.