En prácticamente ningún momento de la historia, los precios se han mantenido inalterados de un año para otro. Pensemos en lo que podía costar comprar el periódico o una barra de pan hace 50 años y en cuánto cuesta ahora. Y pensemos en cuánto pagábamos por nuestra tarifa de móvil apenas cinco años y en cuánto pagamos ahora. Son las dos caras de la misma moneda, aunque con connotaciones muy diferentes: en la primera de ellas, la inflación ha provocado que paguemos más por los mismos bienes mientras que, por su parte, una mayor competencia entre compañías ha servido para que gastemos menos en nuestra factura de telefonía móvil.
Cualquier producto que compremos, especialmente los dispositivos electrónicos, pierde valor desde ese mismo momento. Y no solo por el uso; el propio paso del tiempo y la aparición de nuevos modelos en el mercado, que en muchas ocasiones incorporan más prestaciones y una mejor tecnología, provocan un envejecimiento acelerado de nuestros dispositivos.
Ante la difícil situación en la que se encuentran los diferentes sistemas de pensiones europeos en la actualidad, la mayoría de países están en la fase de redefinición y ajuste de sus sistemas de previsión a las nuevas realidades sociales. Los retos a los que se enfrentan son importantes: el continuo envejecimiento de la población provocará un aumento de la población beneficiaria de las pensiones y una disminución notable de los trabajadores que con sus cotizaciones contribuyen a la sostenibilidad del sistema.
En los últimos meses, los medios de comunicación están incluyendo dentro de sus titulares noticias sobre el desplome de los precios del petróleo. Si a principios de 2012, el precio de esta importante materia prima alcanzaba los 125 dólares, hoy está por debajo de los 50 dólares. Esta rebaja tiene muchos más efectos sobre la economía y las finanzas de lo que pensamos.
Desde el pasado 1 de julio de 2015, la mayoría de hogares españoles se han acogido al conocido como PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor), una tarifa de electricidad que sustituye a la Tarifa de Último Recurso (TUR) en aquellos hogares que tuviesen contratada una potencia de hasta 10 Kw, o lo que es lo mismo, la inmensa mayoría.
El 1 de enero de 1999 se inició la tercera fase de la Unión Económica Monetaria, que condujo al nacimiento del Euro, aunque para nosotros llegara tres años más tarde, el 1 de enero de 2002, en la forma de los billetes y monedas que conocemos hoy en día. El cambio de pesetas a la nueva moneda europea, y el consecuente dolor de cabeza que producía a los ciudadanos al convertir entre una y otra, no fue la única novedad monetaria de esta transición, que también obligó a redefinir las funciones de los Bancos Centrales de los países que adoptaron la moneda única.
Cada vez es más frecuente que diversos medios de comunicación nos desaconsejen hacer la compra en el supermercado antes de comer. ¿Es cierta esta afirmación o se trata de otro de esos bulos y mitos que corren como la pólvora por Internet? ¿Es real o da igual si vamos con hambre o no al supermercado?
En algunos países del mundo, la bicicleta es un medio de transporte muy popular para recorridos de todo tipo, incluido el de casa al trabajo. En España, no tanto, aunque muchas ciudades cada vez están mejor preparadas para que las personas aparquen el coche y elijan ir a todas partes pedaleando.
En un contexto de bajos tipos de interés como el que actualmente rige en las finanzas europeas, es difícil pensar en cuál es el mejor instrumento en el que invertir nuestros ahorros. Si bien existen alternativas para hacerlo, ninguna de ellas está exenta de riesgos, lo cual no puede ser muy recomendable para algunos ahorradores con perfiles mucho más conservadores.