Los pagos fraccionados son una de las obligaciones fiscales de los autónomos. Implican tanto el ingreso de una cantidad a la Hacienda Pública como la presentación de un modelo tributario.
Los incentivos son un componente destacado en las retribuciones de muchos empleados y directivos. Pero además de los incentivos salariales, existen planes de incentivos que influyen en otras condiciones de trabajo y recompensas no salariales dentro la actividad laboral.
El cuento de la lechera es una fábula que ha tenido muchas versiones a lo largo de los tiempos. Se piensa que la primera fue obra del griego Esopo. De forma muy gráfica, nos enseña economía a través de los sueños de una joven emprendedora.
La ley de autónomos que entró en vigor a principios de 2018 trajo consigo muchos cambios positivos para los autónomos en aspectos como: cuotas más bajas para los que se den de alta por primera vez, mayor flexibilidad en los procesos de alta y baja, menos recargos por retrasos en el pago de la cuota, devolución de cuota para la pluriactividad y mayor claridad a la hora de incorporar ciertos gastos deducibles si trabajas desde casa.
La formación es uno de los elementos más importantes de cualquier organización, ya que contribuye a mejorar la productividad de los trabajadores, su motivación, y ayuda a mejorar los resultados de las empresas. Sin embargo, no siempre es lo más divertido del mundo y muchas veces puede llevarnos más tiempo del previsto.
La actividad como autónomo implica un variado conjunto de obligaciones relacionadas con ámbitos como, por ejemplo, el fiscal, el contable, el de los registros públicos, la conservación de determinados documentos y las relaciones con la Seguridad Social. Precisamente, estas últimas están evolucionando a través del Sistema RED.
La procrastinaciónes la actitud que nos invita a aplazar nuestras acciones y decisiones, una suerte de pereza que invita a dejar para mañana lo que bien podríamos hacer hoy.
Conseguir el éxito en tu primera experiencia empresarial ni es fácil ni es lo más habitual. El fracaso es inherente a toda actividad diaria, también en lo profesional. Una lección en la que se puede sacar enseñanzas muy útiles, pero que, desgraciadamente supone una losa para muchos emprendedores.