Un amigo del cuñado de mi hermana conoce a alguien que tiene justo el perfil que buscas. Por muy rebuscado que parezca este argumento, la recomendación funciona. Más de cuatro de cada 10 empleos se consiguen gracias a nuestra red de contactos. Así lo recoge el Barómetro del CIS del pasado mes de febrero: en torno al 41% de las personas que encontraron trabajo lo hicieron gracias a la mediación de familiares, amigos o conocidos. No hay duda, está claro cuál es el mejor método para encontrar trabajo: echarse a la calle y ampliar nuestra red de contactos. Y, ¿cómo? Pues practicando el networking y acudiendo a los eventos creados para tal fin.
Quizá ya no sea imprescindible, pero a día de hoy sigue siendo todavía importante. Nuestro CV es la carta de presentación y la primera imagen que las empresas ven de nosotros. Su correcta redacción puede marcar la diferencia entre un candidato idóneo y otra persona que, pese a su experiencia y su formación, no acaba de encajar, y todo por pequeños errores que se cometen en el momento de su confección.
En la actualidad, la velocidad a la que se pilla a un mentiroso se ha incrementado de manera proporcional a la que corren nuestros datos por todo Internet. La actual situación del mercado laboral, con una tasa de desempleo que supera el 20%, lleva a muchos, tanto si buscan su primer empleo como si tienen sobrada experiencia, a mentir en su currículum. Si antes lo normal era maquillar nuestra historia elevando nuestra categoría, lo que ahora prima es crear un currículum paralelo en el que rebajamos nuestros conocimientos.
Hasta arriba, con el reloj en marcha y las tareas acumulándose encima del escritorio. No sabes siquiera por dónde empezar y dentro de dos horas tienes que acudir a una reunión. Y solo es lunes. Puede que conozcas esa sensación de estrés, de querer y tener la sensación de no poder llegar a todo.
Cuando trabajamos, estamos aportando recursos económicos al sistema de Seguridad Social para pagar las prestaciones de los trabajadores pasivos en la actualidad, con el objetivo de recibir una prestación futura cuando no tengamos la capacidad para trabajar, bien sea temporal (por ejemplo, por una baja médica o una situación de desempleo) o permanentemente (incapacidad total o jubilación).
En un mundo global, en el que toda la información está interconectada y se transmite en muy poco tiempo, saber comunicarse con personas que hablan otros idiomas se ha convertido en un elemento fundamental de nuestro día a día. Y si hay un idioma global que sirve para comunicarse con personas de otros países y otras culturas, ese es el inglés. La mayor parte de empresas, especialmente las multinacionales, valoran el conocimiento de este idioma de forma muy positiva, hasta el punto de considerarlo como un requisito imprescindible para algunos puestos de trabajo, incluso por encima de cualquier título universitario.
Y tú, ¿qué quieres ser de mayor? La pregunta que todos hemos escuchado y a la que todos hemos contestado alguna vez con policía, actor, bombero o enfermero tiene nuevas respuestas. Los niños de hoy en día eligen profesiones como blogger, youtuber e incluso, alguno habrá, que responda convencido que él será programador de juegos. Los expertos y los estudios aseguran que siete de cada diez niños de hoy trabajará mañana en profesiones que todavía hoy no existen: experto en simplicidad, nostalgista, experto en ciberseguridad, telecirujano... pueden ser algunas de esas profesiones del futuro.
Un trabajador contento es un tesoro, pero es fácil que detrás de un empleado feliz haya una empresa que responda. El bienestar de ambos va de la mano y la satisfacción de uno es la del otro. La primera de las ventajas que obtienen las compañías que ofrecen a sus trabajadores beneficios sociales (ya sean éstas grandes, pequeñas o medianas) es, sin duda, el contar con empleados más productivos, eficaces y comprometidos que, seguramente, acabarán desempeñando su actividad en un buen ambiente de trabajo. Pero, al margen de esta evidente ventaja, las empresas no deberían pasar por alto que muchos de los beneficios sociales que pueden ofrecer a su plantilla repercutirán para ellos en forma de beneficios fiscales si recurren a productos de previsión social empresarial.
Ser madre supone un extra, más trabajo, más alegrías, más noches sin dormir... y, a partir del próximo mes de enero, supone también una mayor pensión de jubilación. El Congreso de los Diputados aprobó una medida el pasado mes de septiembre que, sin duda, beneficiará a todas las madres trabajadoras: aquellas mujeres que tengan dos o más hijos, y que se jubilen a partir del próximo año, contarán con un complemento a su pensión.