¿Cómo afecta a tus finanzas la caída del precio del petróleo?
En los últimos meses, los medios de comunicación están incluyendo dentro de sus titulares noticias sobre el desplome de los precios del petróleo. Si a principios de 2012, el precio de esta importante materia prima alcanzaba los 125 dólares, hoy está por debajo de los 50 dólares. Esta rebaja tiene muchos más efectos sobre la economía y las finanzas de lo que pensamos.
El combustible, mucho más barato
En primer lugar, porque lleva aparejada una reducción del precio de los carburantes, aunque generalmente no se produce en el mismo porcentaje. No en vano, la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) ya ha llamado la atención a las petroleras, al señalar que cuando el precio del crudo aumenta, estas repercuten enseguida dicha subida al precio de los carburantes, que sube como un cohete. Por el contrario, cuando el petróleo cae, los precios bajan como una pluma. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que más de la mitad del precio de los combustibles están vinculados a los impuestos y otros costes de refino.
De todos modos, este combustible más barato supone un respiro para nuestro bolsillo, aumenta nuestra renta disponible y favorece nuestro gasto en consumo o lo que destinamos al ahorro. Otros beneficiados son quienes utilicen calefacción de gasoil, que habrán notado una rebaja importante a la hora de rellenar su depósito.
Los transportes se ven beneficiados
Un precio barato del petróleo repercute de forma más o menos directa en todo aquello que tiene que ver con el transporte, que no es poco. Así, es de suponer que, por ejemplo, bajen los billetes de los autobuses y de avión o los transportes por carretera de paquetería, entre muchos otros. Todas las empresas que tienen en el petróleo uno de sus principales costes fijos son las más beneficiadas y lo que cabría esperar es que repercutan parte de lo que se ahorran en el precio de sus productos o servicios ya que esta reducción en el precio de los transportes disminuye los costes empresariales, lo que debe permitir que den un empujón a su actividad e incluso que puedan llegar a aumentar su contratación.
Bajan los precios de manera generalizada
Por otra parte, la caída del precio del petróleo repercute también de forma directa en un descenso del Índice de Precios al Consumo (IPC). Una caída de la inflación que hace aparecer al temido fantasma de la deflación, con lo que esto supone.
Bajan los precios de las acciones de las empresas petroleras cotizadas
Esta es una parte que puede ser negativa para nuestras finanzas, como también lo puede ser en el caso de que tengamos dinero invertido en acciones de empresas petroleras, que han visto caer sus acciones e incluso han tenido que reorganizar sus planes. No obstante, el descenso del precio del petróleo ha afectado a todos los mercados y a todas las empresas cotizadas.
Muchas más consecuencias de las que imaginamos
Muchas más son las consecuencias del descenso del petróleo. Una que sin duda no podemos dejar pasar por alto, que nos afecta a todos y que bien puede resumir todo lo dicho, es el ahorro que se genera para la economía de un país como España. Nuestro país es importador de energía, de mucho petróleo, y una rebaja en lo que paga por él supone más que un buen pico de ahorro, que incluso sirve para elevar en medio punto el PIB.