Errores frecuentes de autónomos en su día a día
Dicen que los autónomos no son humanos, pues por muy enfermos que estén nunca solicitan una baja médica, y por muy exhaustos que puedan parecer, siguen con su trabajo como si nada pasara. Sin embargo, aunque parezca mentira, este colectivo también comete errores que, en ocasiones, se vuelven demasiado habituales. Estos son nueve de los más frecuentes.
Tramitar el alta en la Seguridad Social antes que en Hacienda
Dado que la Seguridad Social utiliza los datos personales de nuestra alta en Hacienda, es recomendable tramitar el alta primero en Hacienda y después en la Seguridad Social. Una vez realizada el alta en Hacienda, disponemos de un mes para darnos de alta como autónomo en la Seguridad Social, así que sin prisa (pero sin pausa).
Esperar más de un mes para darte de alta en la Seguridad Social
Dejar pasar más del mes que legalmente está establecido desde el alta en Hacienda hasta formalizar el alta en la Seguridad Social puede salirnos caro, pues este organismo puede asumir que hemos intentado facturar sin estar dados de alta. De hecho, podrían reclamarnos incluso las cuotas atrasadas junto con los correspondientes intereses de demora, así que hay que tener mucho cuidado con esto.
¿Son todos los gastos deducibles?
Los autónomos piensan que todos los gastos de su actividad diaria son deducibles. Sin embargo, por mucho que utilices el móvil o tu vehículo particular en tu profesión, todos los gastos deberán de estar justificados de manera conveniente a través de las correspondientes facturas y han de estar vinculados a la actividad (no se pueden deducir gastos por consumos personales de bienes y servicios).
¿Por qué no incluirte en más de un epígrafe del IAE?
En el momento de tramitar el alta en Hacienda, los autónomos suelen hacerlo en un solo epígrafe del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), lo que determina si tributaremos por el régimen de estimación directa o por estimación objetiva (módulos). No obstante, si tu negocio va a realizar diferentes actividades con diferentes epígrafes en el IAE, existe la posibilidad de que te des vayas dando de alta conforme vayas trabajando en ellas. Eso sí, esta posibilidad no es posible en el sistema de módulos.
¿Trabajas desde casa? No olvides afectar tu vivienda
Aunque con la nueva Ley de Medidas Urgentes de los Trabajadores Autónomos la determinación de gastos de suministro deducibles es mucho más sencilla, un error muy común entre los freelance que trabajan desde casa es no afectar su vivienda habitual a su actividad. Esto se hace mediante el Modelo 036 o 037, indicando el número total de metros cuadrados que se utilizarán para trabajar, de manera que podamos deducirnos los porcentajes de IVA de nuestros gastos comunes, eso sí, siempre y cuando presentemos las correspondientes facturas a nuestro nombre.
Depende de un único cliente
Existe un colectivo de autónomos, los Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes (más conocidos como TRADE), cuya actividad principal se centra en un único cliente (la Ley establece que, al menos un 75% de la actividad de un TRADE se realice con un solo cliente), con unas condiciones diferentes al resto de autónomos. A pesar de que la búsqueda de clientes puede convertirse en una tarea bastante dura, conviene no tener una única fuente de ingresos, especialmente en el caso de que vengan mal dadas.
Tu casa es tu centro de trabajo
Cuando un autónomo que trabaja desde casa se levanta de la cama, automáticamente ha llegado a su trabajo. Y esto hay muchos autónomos que no lo tienen en cuenta, pues cada día amanece a una hora diferente, el pijama es el uniforme de trabajo habitual y la cama, el centro de operaciones. En estas circunstancias tan especiales, conviene tomar conciencia y hacer de nuestra casa nuestra oficina, eliminando malos hábitos que no se nos ocurriría hacer cuando llegamos a nuestro centro de trabajo.
No formarte
Algunos autónomos consideran la formación como secundario, como algo que se podrá hacer cuando se disponga de tiempo suficiente para ello. Sin embargo, hay sectores, como el tecnológico, que avanzan a toda velocidad debido a las nuevas tecnologías, y la formación e implementación de nuevas herramientas podría sin duda contribuir a que la transición fuese más sencilla.
No delegar
Asumir todas las responsabilidades de nuestro negocio sin delegar ninguna tarea puede acabar convirtiendo nuestra actividad en un verdadero infierno. Por esta razón, es importante delegar las tareas más sencillas y mecánicas en otras personas que puedan ayudarnos en este proceso.